Enero es un mes de temporada media para el sector del turismo rural, con una especial incidencia de los días de la semana en que se celebren las festividades de Año Nuevo y los Reyes Magos. La segunda de ellas cayó esta vez en lunes, propiciando un puente que grupos familiares o de amigos pudieron aprovechar para viajar.

Probablemente esa fue una de las causas de los buenos datos registrados en los alojamientos rurales de la provincia de Albacete, que mejoraron notablemente sus cifras  con respecto al primer mes de 2019, en el que habían visto frenado la tendencia de constantes crecimientos interanuales. 

Así lo recoge el Instituto Nacional de Estadística (INE), cuya serie mensual indica que los establecimientos rurales albacetenses registraron 6.552 pernoctaciones el pasado enero, un 29% más que en las mismas fechas de 2019, cuando las estancias fueron 5.061. En este caso, a diferencia de estadísticas recientes, no es el mejor dato histórico para el sector provincial, que ya superó las 8.000 pernoctaciones en enero de 2016 y también estuvo por encima de las 7.000 en 2017. 

Mayor fue aún el incremento de visitantes, con 3.277 viajeros alojados, un 36% que en el primer mes del año pasado, cuando se albergaron 2.409. Con ello, la estancia media se situó exactamente en dos noches, una cifra dentro de los parámetros habituales para este tipo de establecimientos, a excepción de las fechas veraniegas.

Albacete había sido además la provincia castellano-manchega con mayor número de estancias durante los últimos meses, al igual que en el cómputo global de 2019. Esa tendencia se rompió en enero, al ser superada por Guadalajara, con 6.923 estancias. Por detrás, se situaron Cuenca (4.297), Toledo (3.786) y Ciudad Real (3.357).

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