Piden 18 años de cárcel para los acusados de violación

Josechu Guillamón
-

Los letrados de la defensa solicitaron la libre absolución de sus clientes, al entender que no había sido probada ni la agresión sexual, ni la detención ilegal, ni el delito de coacciones

Imagen de los dos acusados durante la vista. - Foto: Rubén Serrallé

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial acogió ayer la segunda y última sesión del juicio contra dos individuos acusados de violar  y retener a una joven en una aldea de Casas de Lázaro, en la que no hubo sorpresas, ya que la acusación particular mantuvo su petición de 18 años de prisión para ambos procesados, al considerarlos responsables de un delito de agresión sexual y otro de detención ilegal. 

En este sentido, el abogado de la denunciante, José María Ortega Rodríguez, consideró probados ambos delitos. En cuanto a la agresión sexual, manifestó que los dos acusados se aprovecharon de su cliente, «que no estaba en condiciones».

Además afirmó que los procesados sabían de que les acusaban, puesto que la joven le envió un mensaje a uno de ellos, en el que le decía que le había denunciado por agresión y él le respondía que podía ir a la cárcel. También recordó que cuando la joven se reunió con ese acusado y grabó la conversación, ella le dijo que no entendía como él, la había entregado a su amigo y le recordó las veces que ella había dicho no y el acusado se limitaba a pedir perdón. 

En cuanto a la detención ilegal  recordó que la habían llevado al pueblo con engaños. Primero el acusado le dijo que le acompañara a una cena con una pareja para que no fuera sólo, cuando no había ninguna otra mujer y luego le dijeron que le iban a dar trabajo y que volverían en el día y al final no la dejaban irse, sabiendo que había dejado el móvil y el bolso en Albacete. «La mantuvieron encerrada y huyó cuando pudo».

Por su parte, la fiscal también mantuvo su petición de 14 años de prisión por la agresión sexual y un delito de coacciones. En este sentido, afirmó que la obligaron a mantener relaciones, a pesar de que ella dijo que no en numerosas ocasiones, aprovechando que no tenía fuerzas porque no estaba en condiciones. 

Además aseguró que la joven no tenía enemistad con el acusado M.G.O., de 58 años de edad, ya que era su amigo, y menos aún con A.T.Q., de 27 años, al que acababa de conocer. 

Por otra parte, manifestó que los acusados habían incurrido en numerosas contradicciones.