Fernando Alfaro regresa mañana a Albacete, a la Caseta de los Jardinillos, a las 22 horas, con El pueblo contra Fernando Alfaro y Antonio Arias, mano a mano musical entre estas dos grandes figuras de la música española. Fernando Alfaro explicó a La Tribuna de Albacete las singularidades de esta propuesta, así como sus proyectos.

¿Cómo es El pueblo contra Fernando Alfaro y Antonio Arias?

Pues es el nombre que le dimos al espectáculo que hacemos, es como una obra de teatro, en la cual, lo que parece que sugiere no ocurre, no hay un juicio contra nosotros.  Él y yo estamos, mano a mano, en un escenario, que es un bar flamenco, a las tantas de la madrugada cuando, de repente, empezamos a departir, con dos guitarras, y desgranamos nuestras trayectorias musicales, incluso vitales, porque es bien sabido, no se puede separar del todo vida y obra. 

Tu música va formando parte de tu vida, los discos son como nuestros hitos del pasado, más con Antonio, coetáneo mío, con el que comparto orígenes, en cierto modo trayectorias musicales y profesionales, una especie de vidas  paralelas. 

Que ahora se encuentran sobre un escenario...

Claro, terminan juntándose en este espectáculo que es como una obra de teatro, con un guión, aunque no lo parezca,  con un diálogo fresco, con un guión que tiene como una serie de balizas, señales, pero luego la conversación termina siendo improvisada, por nuestra forma de ser, con mucha música porque nos enseñamos canciones y teorizamos sobre palos musicales. El que espera un concierto al uso se sorprende que no hablemos con el público, pero enseguida entra en la dinámica y ya hemos hecho más de 20 ciudades con este montaje y,  por fin en Albacete, porque llevamos más de dos años con el espectáculo. 

¿Las músicas de ambos son complementarias, funcionan bien juntas?

Totalmente. Cada uno tiene su imaginario y su carácter musical muy definido, lo que nos ha caracterizado a los dos como músicos y con los grupos que hemos tenido, pero tienen mucho más que ver en el espectáculo, porque música hay mucha, el tuéano del espectáculo es la música, nos enseñamos canciones el uno al otro y las tocamos.  

¿Hay espacio para muchas anécdotas?

Las anécdotas,  más o menos memorables, al final conforman la vida. 

¿También, de esta forma conocemos mejor al artista, al músico?

Exacto, también entender, si no de dónde vienen o qué quieren decir exactamente las canciones, porque a veces ni uno mismo lo sabe, sí que se ve el contexto de esas canciones, discos y por qué son como son.  

¿Canciones de todas las épocas de Fernando Alfaro?

Sí, tanto de Antonio como mías, hay  canciones de nuestras largas trayectorias paralelas,  es una especie de recorrido vital. 

¿También se adapta al formato de teatro?

La mayoría de las actuaciones han sido en teatros y auditorios, aunque también hemos tocado al aire libre. Empezamos a hacerlo en 2018 y posiblemente esta de Albacete sea una de las últimas oportunidades para verlo. 

¿Qué planes tiene?

Por lo pronto con Chucho, hacer los conciertos que nos deje el Covid. Estuvimos  tocando el otro día en el Atlantic Fest, en Galicia, y el repertorio, que solo pudimos hacer en La Riviera en octubre, sigue funcionando como un cañón. Tenemos varias fechas en proyecto y, además, tengo muchas ganas de volver a grabar. 

¿Está prevista la parada con Cucho en Albacete?

Ojalá, deberíamos, hemos sacado disco hace poco y estamos girando con él.