La familia del menor fallecido agradece el cariño recibido

Redacción
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En una carta remitida a este diario da las gracias al servicio de emergencias 112, a la Policía Local y Nacional, a los docentes del colegio Mari Llanos Martínez y a las escuelas de baloncesto EBA y de fútbol Albacer

Entrada al colegio público de Infantil y Primaria Mari Llanos Martínez. - Foto: Arturo Pérez

La familia de Nicolás Varea Calixto, el menor fallecido el pasado día 8 en el colegio Mari Llanos Martínez de la capital, ha querido agradecer el cariño y las muestras de apoyo recibidas en esta última semana, a través de una carta remitida a este diario, en la que padre, madre y hermano del escolar reconocen el sentimitno de "dolor y la tristeza más profunda que inunda nuestras vidas".

En la misiva, la familia Varea Calixto da las gracias por las "innumerables" muestras de cariño y apoyo recibidas y, por ello, muestra su agradecimiento al servicio de emergencias 112 que, junto a Arturo y Nicolás, docentes del colegio público Mari Llanos Martínez, "hicieron todo lo posible por salvar la vida de nuestro hijo". Asimismo, dan las gracias a los agentes de Policía Local y Policía Nacional que "allí estuvieron y nos atendieron", así como a "toda la comunidad educativa" del centro público, "y especialmente a su tutora Ana Simarro, que con cariño y profesionalidad consiguió sacar lo mejor de nuestro hijo".

En este agradecimiento, los progenitores y hermano de Nicolás mencionan a la escuela de baloncesto EBA y a la escuela de fútbol Albacer, "donde tanto aprendió y disfrutó con sus compañeros, familiares y amigos por las innumerables muestras de cariño y apoyo que nos han transmitido".

"Agradecemos especialmente a todos sus compañeros y amigos a los que Nicolás tanto quería", continúa la carta, donde la familia Varea Calixto afirma que no quiere olvidarse de nadie y por ello "agradecemos a todos los que de una manera u otra nos han acompañado y apoyado en estos duros momentos".

"A partir de ahora, su madre, padre y hermano tendremos que aprender a vivir sin él, llevándolo siempre en nuestros corazones y con la certeza de que nuestro hijo nos irá guiando. Nicolás ahora nos sonríe desde el cielo".