Cómo sacar de la UCI al monte quemado

I. M.
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Restaurar la masa forestal perdida no sólo supone luchar contra elcambio climático sino también contribuir a mantener los recursosnaturales de la zona, a evitar la erosión y a potenciar la biodiversidad

El pasado año, no obstante, entre todos los incendios forestales que se produjeron en la provincia, los más virulentos únicamente fueron tres. - Foto: Arturo Pérez

Con independencia del mes del año en el que estemos hay que decir que en el monte se está continuamente trabajando. Sólo el pasado año la administración castellano-manchega destinó casi dos millones de euros a la mejora de los montes de utilidad pública de la provincia. Se trabajó en el mantenimiento del patrimonio y de las vías e infraestructuras forestales y de prevención de incendios, así como en la elaboración de instrumentos de gestión forestal y de instalaciones recreativas y en la puesta en marcha de otras mejoras de seguridad para los usuarios.

En estos momentos, como se ha mencionado se está metido de lleno en las tareas de tratamiento selvícola preventivo ante los incendios forestales y así se va a seguir hasta que llegue el calor, y cuando llegue el verano se meterán de lleno en la campaña de prevención y extinción, en la lucha contra los fuegos en superficie forestal. 

Según puso de manifiesto recientemente el consejero de Desarrollo Sostenible, José Luis Escudero, desde que había empezado el 2022 hasta mediados del pasado mes los servicios de extinción de incendios de la región habían atendido unas 1.000 incidencias, de las cuales 725 fueron de carácter forestal y sólo siete fueron considerados grandes incendios, ningún de ellos, ubicados en esta provincia.

Sea como sea entre las cinco provincias manchegas, en el tiempo anteriormente señalado la superficie forestal afectada por el fuego se elevaba a 14.337 hectáreas, si bien, como igualmente apuntó el consejero a continuación, el 83% de los fuegos forestales se quedaron como conatos y con menos de una hectárea quemada. 

Dejando de lado la región manchega, no obstante, en lo que es esta provincia en la pasada campaña del 2022 hasta los primeros días del mes de septiembre, se habían dado, como informó en su día la delegada provincial de Desarrollo Sostenible, Llanos Valero, 32 conatos de fuegos y 16 incendios y todo apunta a que, pese al verano tan duro que ha habido en términos meteorológicos, va a darse muy poca variación en la cifra final de hectáreas arrasadas en comparación a otros años anteriores. 

Pero, además, en el marco de los incendios forestales, según recuerda, Llanos Valero, el pasado año también trajo consigo una aportación de 700.000 euros puestos en su mayoría por Madrid con destino al desarrollo de diferentes actuaciones de emergencia para la restauración mediombiental del área afectada por el incendio de agosto del 2021 en los montes de Hellín y Liétor; el incendio más grande, por otra parte, que se ha dado en los últimos años en esta provincia, que llegó incluso a alcanzar el nivel 1, que lo originó un rayo y que, aunque comenzó en el paraje La Patoja en la vecina Jumilla, avanzó hasta el término de Hellín. Ya se han hecho los correspondientes estudios del suelo, además, de más de una actuación de limpieza a fin de que cuando llueva no se lo lleve, no se erosione. La idea es, antes de plantar vegetación alguna, lograr que el suelo hoy quemado vuelva a ser un suelo bueno y fértil para, una vez recuperado y estudiado, ese lugar se vea repleto de especies del bosque mediterráneo como son, entre otros, los pinos carrascos. 

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