La Junta General Ordinaria de Accionistas de 2022 que celebró ayer CaixaBank tenía la particularidad, por una parte, de ser la primera en la que se presentaron las cuentas del ejercicio que integraba los resultados del negocio de la antigua Bankia y, por otra, en la que el presidente de la entidad puso de manifiesto que el «el objetivo de la compañía es liderar la transformación del sector bancario español con un modelo de gestión muy cercano a sus clientes y al conjunto de la sociedad».
Además, subrayó que, tras la exitosa integración de Bankia, la nueva empresa es líder del mercado en volumen de negocio y cuenta con «un importante colchón de liquidez, lo que es fundamental en situaciones de volatilidad y de gran incertidumbre» como el actual.
Asimismo, Goirigolzarri resaltó que CaixaBank parte de una situación de «gran solvencia, con unos ratios de capital muy por encima de los requisitos regulatorios» y añadió que «este año hemos seguido adaptando y reforzando nuestro modelo comercial, con el objetivo de mejorar nuestro servicio hacia los colectivos menos digitalizados, como el senior, en el que contamos con cuatro millones de clientes que son absolutamente prioritarios» para el banco, resaltó.
El presidente de CaixaBank, Goirigolzarri (i), con Gortázar, consejero delegado - Foto: M.G.P.Por su parte, el consejero delegado, Gonzalo Gortázar, valoró que «2021 ha sido un año extraordinario y positivo, pues, además de ejecutar la integración de CaixaBank con Bankia, hemos cumplido con los objetivos internos en términos de actividad comercial, cuenta de resultados y fortaleza financiera. Además, remarcó que el foco de la compañía está totalmente puesto en el cliente: «vivimos por y para nuestros clientes».
Gortázar explicó a los accionistas los resultados de la entidad correspondientes a 2021, ejercicio en que el beneficio recurrente fue de 2.359 millones de euros, con unos ingresos core que se elevaron a 10.597 millones.
Respecto a los retos de la empresa para este ejercicio en curso, el consejero delegado declaró que «iniciamos el ejercicio con el desafío de consolidar nuestro crecimiento y de seguir apoyando la economía con soluciones y con cercanía a nuestros clientes».
Un encuentro en el que la Junta de Accionistas de CaixaBank votó el reparto de un dividendo total de 1.179 millones de euros, que se pagará a partir del 20 de abril, y la renovación de Tomás Muniesa como consejero dominical y vicepresidente y de Eduardo Javier Sanchiz como consejero independiente.