Estamos en plena Feria, en el único fin de semana completo de esta edición, en el que miles de visitantes vienen hasta el Recinto Ferial para disfrutar de unos momentos de celebración. Entre ese río de gente llegan a Albacete los políticos, y más en este año en el que empiezan a oler las urnas ya próximas. Comenzó el desfile el viernes con la presencia del secretario general de Vox, Javier Ortega Smith, quien no desveló si será el candidato a la Junta de Comunidades, ayer fue el turno para el alcalde de Madrid (PP), José Luis Martínez Almeida, y del presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha (PSOE), Emiliano García-Page, aunque a este último lo podemos considerar de casa. Seguro que Ciudadanos tiene en cartera alguna visita del ámbito nacional para la próxima semana.
Vienen, se dan una vuelta por el Recinto Ferial con un séquito de compañeros locales, se hacen cientos de fotografías con sus simpatizantes, protagonizan actos ideológicos, comen en las casetas, alguno se atreve a ir a los toros y regresan a sus lugares de origen. En la Feria caben todos, pero la Feria sigue su propio ritmo. Sin embargo, en años preelectorales como éste, la actividad política se multiplica más si cabe, porque los políticos intentan darse un baño de multitudes y acercarse a los colectivos para buscar su complicidad y, eso sí, que en la próxima primavera depositen su voto en favor de ellos. La democracia moderna es así, como el resto de la sociedad, donde prima más la superficialidad que los valores y donde una fotografía mal elegida puede dar al traste con cualquier estrategia política que se precie. Mientras tanto, los males del país acechan al doblar la esquina del otoño. Pero da lo mismo, mientras tanto, vamos a disfrutar de la Feria y que nos quiten lo bailado.