El año 2022 se aproxima a su final, y con él se abre paso un balance que, en líneas generales, cabe calificar de positivo por lo que respecta al deporte provincial, repleto de éxitos a nivel individual y colectivo pero también con alguna decepción que más bien cabe inscribir en el capítulo de la excepcionalidad.

Los deportes colectivos llevaron implícitos logros notables y, en algunos casos, sobresalientes. El BSR Amiab completó la mejor temporada de su historia con los títulos más relevantes en el mes de mayo. Primero alcanzó la Champions Cup al derrotar a otro equipo español, el CD Ilunion, en Alemania, y una semana después consiguió su segunda liga en Vélez-Málaga al vencer al Amivel en la última jornada, lo que le convierte en el mejor equipo del momento.

El fútbol también registró el regreso del Albacete Balompié a la Segunda División que había perdido un año antes. En un partido que será recordado, derrotó al Deportivo de La Coruña en Riazor, en el encuentro decisivo, con un postrer gol en la prórroga que le permitió alcanzar su objetivo. La fuerte inversión en la plantilla y un entrenador competente (Rubén de la Barrera) bastaron para lograrlo.

Menos suerte hubo en la Tercera División. La Roda CF no pudo empezar la temporada por la fuerte deuda contraída y descendió automáticamente a Primera Preferente, categoría en la que también cayeron unos meses después el Atlético Albacete, Almansa y Huracán de Balazote. El filial blanco volvió a categoría regional 25 años después.

el parque vibró. El baloncesto tuvo un protagonismo especial con el brillante ascenso del Bueno Arenas Albacete Basket a la liga LEB Oro. Tras perder la primera opción en la eliminatoria de campeones, el equipo de David Varela no dejó escapar la segunda por el camino largo y venció a doble partido al filial del Valencia Basket en un Pabellón del Parque que revivió una de sus grandes citas. Por primera vez figuran en la segunda categoría del baloncesto español dos equipos de la provincia (el CBAlmansa ya lo estaba), reforzando su hegemonía en la región.

También fue el año en el que el Tobarra CB volvió a la Liga EBA al quedar tercero en la fase final regional, y peor suerte corrió el CB Villarrobledo, que descendió a esta categoría a la que renunció para preservar la estabilidad económica de un club modélico en muchos aspectos.

En el capítulo de deportes de equipo, también fue relevante el ascenso del Albacete Fútbol Sala femenino a la Segunda División nacional, todo un éxito para un equipo de reciente creación.

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