La sierra pierde la cuarta parte de su población en 21 años

A.G.
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El crecimiento del padrón en la provincia se corresponde con el auge de la capital, localidades cercanas y municipios grandes

Imagen de archivo de una localidad de la Sierra del Segura. - Foto: José Miguel Esparcia

La despoblación, concepto que se usa habitualmente como si afectara por igual a toda la España interior, es un fenómeno que no suele obedecer a un único factor, va por zonas y puede presentar diversas caras en un mismo territorio administrativo.

En el caso de Albacete, el padrón continuo del Instituto Nacional de Estadística refleja que la provincia ganó 19.181 habitantes en lo que va de siglo, pasando 367.283 a 1 de enero de 2001 a 386.464. Sin embargo, el detalle por municipios muestra que el censo de la capital provincial ganó en ese periodo 23.215 personas, mientras que la estadística de los otros 86 municipios deparó un saldo negativo de algo más de 4.000.  

De hecho, en esas dos décadas, solo 21 localidades (el 21%) han crecido en población y la amplia mayoría de ellas cumplen con una de dos condiciones: son muy cercanas a la capital o estaban ya en 2001 entre las más grandes de la provincia y, por tanto, las de mayor actividad económica. Mientras, las 66 restantes continuaron esa imparable línea descendente que comenzó con la emigración masiva de la década de los 60 del siglo pasado y que resulta especialmente pronunciada en casos puntuales, con pueblos que se han quedado con cerca de la mitad de habitantes con que comenzaban el siglo XXI.

Por comarcas, atendiendo a la división administrativa que se aplica actualmente (que no siempre coincide con circunstancias históricas, geográfica o económicas), las situaciones son bien distintas y los números confirman una realidad ya conocida: son las sierras albacetenses las más afectadas, con un descenso promedio aproximado del 25%, aunque algunos fenómenos aislados en los últimos años pueden invitar a la esperanza y hacer pensar  que la tendencia no es irreversible.

Sierra del Segura.

Pese a no ser la menor en extensión ni la que menos municipios agrupa, la Sierra de Segura es la menos poblada de las comarcas albacetenses. Sus 12 localidades sumaban, a 1 de enero de 2021, 15.559 habitantes, con una densidad de 5,8 por kilómetro cuadrado, que la sitúa en los parámetros con los que la Unión Europea define las zonas consideradas desierto demográfico (menos de 10).

El descenso de población en lo que va de siglo fue del 26,1%, pasando de 21.060 a los casi 16.000 mencionados. De la docena de municipios serranos, ninguno ha escapado a la tendencia, con casos especialmente significativos como el Yeste, municipio que superó los 10.000 habitantes a mediados del siglo XX y actualmente tiene 2.567 censados. Desde 2001, cuando sumaba 4.157, su caída ha sido del 38%.

En otras localidades, la tendencia ha parecido frenarse y 2020, quizá por la influencia de la pandemia, dejó algunos brotes verdes, ya que en ese año crecieron en población Elche de la Sierra (37 habitantes más, un 1%), Letur (17 y 1,9%), Molinicos (16, 1,9%) y Nerpio (19, 1,6%).

Sacam.

La agrupación administrativa Sierra de Alcaraz-Campo de Montiel, de 25 municipios, experimentó un descenso de población de casi el 20% con respecto al inicio de 2001, bajando su suma de 28.788 a 23.629 habitantes. La densidad es de 6,4 por kilómetro cuadrado, por lo que tiene la misma consideración que la otra comarca serrana.

Las distintas circunstancias geográficas y económicas llevan a distinguir aquí dos realidades. La más difícil es la de las 14 localidades del entorno propiamente serrano, que han perdido un 27,7% de población desde 2001 hasta quedarse en 6.221. Al igual que ocurre con Yeste, es significativo el caso de Alcaraz, cabecera comarcal que sumaba más de 6.000 habitantes en la década de los 50 y sufrió a partir de ahí una incesante ola migratoria que la deja ahora en 1.310 (con una caída del 24% en los últimos 20 años).

En este caso, también hubo poblaciones que crecieron en 2020: Bienservida (16 habitantes para un total de 595), Cotillas (16 más y 134), Masegoso (uno y 105), Robledo (15 y 391) y Villaverde de Guadalimar (ocho y 333).

En el Campo de Montiel, más cercano a la capital y con un potente sector agroalimentario, el descenso de población fue más tenue (13% global), aunque también resultó marcado en algunos de los territorios más alejados de Albacete. 

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