El mercado invernal no suele ser la panacea y más cuando hablamos de equipos modestos cuya economía no permite tirar de talonarios. Eso quiere decir que los movimientos se suelen producir entre jugadores que, por unos motivos u otros, no están participando con sus equipos, o bien tirar el dado de la suerte con jugadores de inferior categoría que estén despuntando, siempre y cuando sus clubes no pidan demasiado por su traspaso.

La ventana invernal se puso ayer en marcha, pero el Albacete ya tenía trabajo adelantado, con dos bajas confirmadas, la de Rubén Martínez, que se fue a Grecia, y la perla de la cantera, Dani González, cedido al Atlético B.

Varios son los jugadores del equipo manchego que están en la rampa de salida y se esperan también varias incorporaciones que puedan dar un paso al frente en un equipo cuyo objetivo principal está cerca de conseguirse y quiere hacer una firme apuesta por cotas mayores. Entre siete y ocho jugadores podrían dejar el Albacete en este mes de enero y es obvio que similar será el número de incorporaciones, lo que hará un mercado bastante movido en el conjunto manchego.

No hay nada como que las cosas vayan bien para ser ambicioso de cara a la segunda vuelta. El equipo, con 32 puntos, está a tiro de piedra de la zona de playoff, con el Granada sexto con los mismos puntos que los manchegos. La oportunidad de soñar requiere darle a Rubén Albés más recursos en una plantilla  en la que solo 11 jugadores han pasado del millar de minutos en la primera vuelta, algo que seguramente se haya hablado en la renovación del técnico hasta 2025. Las apuestas se hacen sobre proyectos y atar a un técnico que va claramente para arriba estará apoyado en un proyecto sólido que no sea solo mantener la categoría.

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