La ayuda al carburante con la que el Gobierno de España hacía frente a 20 céntimos de euro por litro de gasolina o diesel dejó de ser generalizada desde el primer día del año recién estrenado, excluyendo a todos los particulares y a la mayoría de los sectores de autónomos.
Muchos profesionales que necesitan su coche o furgoneta para desplazarse a diario o  cuyo vehículo es su herramienta principal de trabajo ya no contarán con las bonificaciones del Estado. Es lo que le ocurre a las autoescuelas, quienes recuerdan que «estamos todo el día subidos en diferentes tipos de vehículos y el carburante es algo de lo que hacemos un uso intensivo». «Si nos quitan los 20 céntimos y a eso le sumamos de cuatro a siete céntimos que va a subir el combustible, a nosotros nos supone que cada vez que llenamos el depósito, y lo hacemos cada dos días, sean casi 15 euros más», lamentó la presidenta de la Asociación Provincial de Empresarios de Autoescuelas de Albacete (Aecab), Ana María Selva.
Además, manifestó que las autoescuelas llevan desde el año 2010 sin subir los precios y «si teníamos un margen de beneficios que era irrisorio, ahora vamos a tener que trabajo por debajo de costes». Eso es inviable para cualquier empresa, por lo que se plantean llevar a cabo una subida de precios en 2023, lo que repercutirá de forma directa sobre los clientes. «Hay subida de seguros, del precio de los vehículos, etc, y al final toca repercutirlo en los alumnos de las autoescuelas», dijo Selva.

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