Grafitis, acelerones por el asfalto de la ciudad, música hip hop (bastante trap) en la radio y vehículos preparados para competiciones callejeras ilegales y una historia que arranca, todo un clásico, con una traición. Ahí está la esencia de Need for Speed Unbound, el regreso acertado de Criterion Games a la franquicia de Electronic Arts después de 10 años en los que se encargó de la serie Ghost Games (donde se había ido buena parte de los trabajadores de Criterion) con Rivals, No Limits, Payback y Heat.

Unbound recupera algún personaje de este último juego como detonante de Unbound para mantener la continuidad del universo pero luego marca sus propias normas cuando el protagonista decide recuperar lo que le quitaron tiempo atrás con un cierto paralelismo con la historia de la propia serie.

Como casi todo en la vida, las competiciones de Unbound se mueven en torno al dinero conseguido al competir y las apuestas; para correr en los eventos de fin de semana hay que pagar y esto supone participar en las carreras entre semana, comprar nuevos vehículos y mejorar los que ya haya en el garaje siempre esquivando a la policía, ya que si atrapan al protagonista perderá el dinero que lleve consigo en ese momento, por lo que hay que evaluar si compensa el riesgo de intentar ganar más dinero. Por toda la ciudad hay pruebas de velocidad, de derrapar, de estilo o de otras actividades como romper carteles. En los más de 140 vehículos se puede cambiar tanto la mecánica del motor como su aspecto (alerones, bajos, faldones...) para mejorar en estabilidad o ir más rápido y conseguir turbos acumulativos o el nitro.

Hip hop, tuning y carreras ilegalesEl multijugador es independiente del modo historia, con eventos online de tres pruebas para 16 jugadores. EA ha asegurado que la primera actualización que haya tras el lanzamiento ampliará las funciones de juego social y que en el futuro llegarán nuevos modos, coches y contenidos de personalización.

El aspecto de dibujo animado en los personajes y en algunos elementos visuales (que pueden desactivarse) le confieren carácter, aunque cuesta un poco acostumbrarse a que al saltar aparezcan dos alas de avión junto al coche o que al usar el nitro el vehículo deje un rastro de humo, aunque lo cierto es que estos toques están bien cosidos al estilo más realista de los vehículos y los escenarios y encajan con un juego que busca llamar la atención con cierto aire poligonero.