El Albacete disputa su primer partido en casa de la temporada en las mismas circunstancias en la que terminó la pasada, es decir, sin público en la grada que aliente y empuje hacia un buen resultado. Tanto el conjunto manchego como su rival, la Ponferradina, se presentan tras haber caído derrotados  en la primera jornada, el Alba con estrépito y los bercianos in extremis frente al Castellón.
Dolorosa fue la derrota del Albacete ante el Espanyol por la enorme sensación de superioridad que mostraron los periquitos. La evidente diferencia de plantilla quedó plasmada desde el minuto uno y el equipo de Lucas Alcaraz rozó el ridículo. El segundo envite se presenta ante un rival de su liga, una Ponferradina que, como el conjunto manchego, se salvó la pasada campaña del descenso en el último suspiro. El equipo de Jon Pérez Bolo empezó el campeonato viéndose sorprendido por el Castellón, que se llevó la victoria en el minuto 98 en una clara falta de concentración de los locales.
Ambos equipos, por uno u otro motivo, se presentan con la intención de sumar sus primeros puntos y, en el caso del Albacete, mejorar la imagen dada ante un Espanyol superior pero que a fin de cuentas milita en tu misma categoría. La sensación que dejó el equipo de estar a medio hacer, tanto a nivel de efectivos como de ritmo de juego, debe cambiar. De momento esta semana han llegado Javi Navarro y Chema Núñez e incluso el primero puede ser titular, toda vez que Alcaraz mantiene lesionados a sus dos extremos zurdos, Nahuel Arroyo y Liberto Beltrán, que junto a Gorosito son las bajas que presenta el conjunto manchego.

(Más información en la edición impresa)