Díaz y 'Toñete' salen en hombros

Pedro Belmonte
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Se cortaron ocho orejas en la plaza de toros de la localidad de Munera. Joaquín Galdós se hirió un pie al final de la faena del quinto

Curro Díaz y Antonio Catalán salieron en hombros del coso de Munera. - Foto: Jorge Alvarado

Muy animada estuvo ayer la corrida de toros en la plaza de Munera, que se enfrió un poco al final del quinto toro por el percance del peruano Joaquín Galdós, pero que permitió a los otros dos toreros salir en hombros con tres orejas cada uno, no pudiéndoles acompañar Galdós al estar en la enfermería. Se lidio un encierro de Las Monjas, bien presentado, noble y flojo, para los diestros Curro Díaz, Joaquín Galdós y Antonio Catalán, Toñete, que sustituyó al anunciado David Galván, que no ha podido recuperarse de la rotura de radio que le produjo un toro en Alfaro hace algo más de un mes. La plaza registró algo más de medio aforo cubierto.
Abrió plaza el linarense Curro Díaz, con un toro sin demasiada fuerza, pero con el que se acopló de salida, con lances a la verónica templados y suaves, que fueron acogidos por el público con agrado. El toro quedó con una embestida algo rebrincada, que el torero supo aprovechar con dosis de temple, aunque con algunos altibajos. La nobleza del toro fue la característica principal y la entrega que, aunque le costaba por su escasez, le hacía meter la cara con cierta clase. Un metisaca muy bajo y una estocada desprendida fue el preámbulo de la primera oreja de la tarde. Faena con gusto y entonada del jienense al cuarto, un toro igualmente noble, con el viaje no muy largo pero enclasado en sus embestidas, con el que Curro estuvo a placer, con pasajes realmente buenos, que llegaron al tendido. Antes de entrar a matar una aficionada le dedicó un cante por bulerias que el torero escuchó antes de entrar a matar con una estocada fulminante, lo que le valió las dos orejas.

 

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