Pilar Cernuda

CRÓNICA PERSONAL

Pilar Cernuda

Periodista y escritora. Analista política


Fiasco superlativo

13/01/2023

A los medios del gobierno se les llena la boca de acusaciones a la oposición de falta de sentido de Estado y tentaciones golpistas, incapaces de asumir que se trata de un gobierno no solo sectario y con escaso talante democrático, sino que ha demostrado hasta la saciedad la ignorancia de algunos de sus miembros y la soberbia que les ha impedido aceptar las indicaciones de los órganos consultivos, incluido el del propio ministerio de Justicia. Tres jueces forman parte del Ejecutivo, sería buena averiguar si advirtieron a Sánchez de las consecuencias de promover determinadas leyes, para saber si se trata de profesionales de escasa talla o que malinterpretan lo que debe ser la lealtad al jefe.

Ha pasado lo que todo el mundo anunció, excepto los señores y señoras que se sientan en torno a la mesa del Consejo de Ministros. La abolición del delito de sedición y la reducción de condenas del delito de malversación ha supuesto, de momento, que el juez Llarena ha retirado la euroorden para que Puigdemont fuera extraditado a España porque ya no existe el delito de sedición, y que los abogados estén preparando los recursos pertinentes para que sus clientes condenados por malversación puedan ver reducidas sus penas, o incluso ser excarcelados. Ay, presidente, tanto esfuerzo electoralista para esto. Se suma este fiasco al de los condenados por violación, que gritan de entusiasmo por el favor que les ha hecho el gobierno. Y no falta mucho para que se empiecen a ver las consecuencias de una ley trans mal planteada y peor redactada. Al tiempo.

Es Pedro Sánchez el máximo responsable de tanto desatino. Ha cedido ante los personajes menos amigos de la democracia y las leyes que hay en este país, y lo ha hecho sin pestañear. Las propuestas de los independentistas o podemitas que le han llevado a Moncloa las tiene que acatar por encima de cualquier circunstancia, no se tocan. Faltaría más.

Sin embargo no es justo cargar las tintas contra los impulsores de esas leyes impresentables, el único responsable de que se aprueban es el presidente del gobierno, que las avala caiga quien caiga. Presidente de gobierno, por cierto, que no ha tenido a bien llamar a su interlocutora de los ministros de Podemos, la vicepresidenta Yolanda Díaz, para decirle que las risas, carcajadas, de la famosa Pam, mano derecha de Irene Montero, refiriéndose a los violadores condenados y hoy en libertad, es de lo más miserable que se ha visto en la España actual. Y no debería estar ni un minuto más al frente de una Secretaría de Estado.

Estos gobernantes se rasgan las vestiduras ante nimiedades de la oposición, pero hacen la vista gorda ante algo tan hiriente para los españoles decentes. Sobre todo para las víctimas de violadores y abusadores.

Qué nivel el del equipo gubernamental, qué falta de sensibilidad… Ha sido elegido legítimamente, pero se comprende que infinidad de sus votantes confiesen su decepción, su indignación.