«Para Oceánica Events sería un honor organizar el Viña Rock»

Redacción
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Ángel Sierra Plaza asegura que «aprovecharemos la experiencia del Cosquín Rock para llevar el Viña Rock a grandes ciudades, caso de Buenos Aires, México DF, Miami, New York, Londres...»

Ángel Plaza Sierra, director de Oceánica Events. - Foto: R. MÁRQUEZ

¿Por qué optar a la organización del Viña Rock, sobre todo por qué optar ahora, cuando en algunos medios se empieza a a hablar deinflación de festivales en nuestro país?

Siempre habrá gente interesada a asistir a un gran evento como el Viña Rock, con más de 25 años de existencia, quizás los que surjan ahora lo tendrán más difícil. Y optamos a la organización del Festival porque para Oceánica Events sería un gran honor.

El Viña Rock ha demostrado ser una fórmula de éxito, ¿pero es posible mantener ese éxito sin renovar o actualizar constantemente esa misma fórmula, cada año, como ya han hecho otros festivales y hacia dónde debería ir esa renovación?

Hay un refrán que dice. Renovarse o morir, el mundo es muy cambiante y tenemos que adaptarnos a esos cambios. Y lo cambios no serían tanto de oferta, como a nivel de público, que está a un alto nivel, sino de marca. Hay que marcar nuevos retos y abrir nuevos caminos, aprovechando que muchos de ellos todavía están inexplorados. 

 Tomando como punto de partida la pregunta anterior, ¿qué puede ofrecer Oceánica Events al Viña Rock, desde el punto de vista de su experiencia y la de los socios que lo integran?

Oceánica Events es una aventura creada entre empresarios españoles y argentinos del mundo de la música, para establecer puentes de colaboración entre España y nuestros hermanos argentinos, desarrollando proyectos en común, como el Cosquín Rock España que hemos realizado en Fuengirola, con Leiva, Robe, Ciro y los Persas... Nuestros asociados tienen gran bagaje a nivel de gestión de festivales; Concert Music el festival español que, quizás, tenga las mejores críticas y congregue más interés mediático y los gestores del Cosquín Rock, el mayor festival de Argentina -con más de 120.000 personas en su cita de 2022- y con ediciones en muchos otros países, que nos abre un mundo de posibilidades y grandes horizontes.

     Al surgir esta oportunidad con el Viña Rock, consideramos que es una gran ocasión para implementar los proyectos que estábamos desarrollando en Oceánica Events y que propondremos al Ayuntamiento de Villarrobledo. 

Siendo el español una lengua global, el rock un idioma universal y habiendo escenas fuertes de festivales a ambos lados del charco, ¿no cabría abrir vías de colaboración con homólogos del Viña Rock de América o de otras partes del mundo ya puestos?

Precisamente ese es uno de nuestros grandes proyectos de los que antes hablábamos, aprovechando la experiencia del Cosquín llevar el festival a grandes ciudades, caso de Buenos Aires, México DF, Miami, New York, Londres, etcétera. Unos ya abiertos y con ediciones realizadas del Cosquín y otros que iniciaremos conjuntamente. La primera cita del Viña-Rock Oceánico sería en Buenos Aires, como no podía ser de otra manera.

Muchos festivales (no solo el Viña Rock) no solo son un espectáculo musical, también un monstruo logístico que pone a prueba las capacidades de la zona donde se celebran.

Una de las principales limitaciones que se encuentran es la del alojamiento, sobre todo en el caso de los asistentes que vienen con familia o que ya no tienen ganas de ir a una tienda. ¿Ahí no cabe innovar o hay que resignarse a buscar un hotel? 

Eso que dices es una las carencias de los festivales en zonas donde la infraestructura hotelera es escasa, por eso queremos y en esto también seguiremos el camino del Cosquín Rock, integrando a todos aquellos vecinos interesados en alquilar habitaciones, estancias, etcétera en una bolsa común de alquiler, avalada y coordinada por el propio festival, para que los asistentes tengan más ofertas y los vecinos tengan otras oportunidades de participación. Se llamará La Hospedería Efímera del Viña Rock.

¿En qué otros aspectos de la logística de un gran festival todavía se puede innovar para mejorar el servicio al cliente, esto es, al espectador?

De logística siempre hay cosas que mejorar, pero lo que creemos que es fundamental es la integración del festival dentro de la población, para explorar y mejorar todos los recursos que se tienen. Para lo cual es fundamental que exista una oficina del festival en la misma población, atendida por gente de Villarrobledo, que se relacione y conozca a todo el mundo. El festival es muy grande para dedicarle solo unas semanas, sino que hay que atenderlo todo el año. Es un gran transatlántico que no se puede dirigir a distancia, se necesitan estar en la sala de máquinas, en el cuadro de mandos… solo así se puede explorar mejorar las vías, las rutas y optimizar los recursos. Se trata de trabajar día a día, consolidando los lugares de encuentro entre el festival y la población, para mejorar todos los frentes, La Hospedería Efímera, ir plantando árboles y actuando en las parcelas dedicadas al camping, mantener y mejorar todos los recintos que el festival ocupa y explorar además todas las posibles colaboraciones para que el visitante se sienta como en casa.

Otro problema que se encuentran los festivales o, más bien, las localidades que los albergan es la estacionalidad: llega el festival, todo se llena, las luces se apagan, el telón se cae y adiós, hasta el próximo año. ¿La marca Viña Rock no podría ser el banderín de enganche de una programación estable a lo largo del año que haga de Villarrobledo una cita imprescindible durante 12 meses?

Aunque no lo sepas estás hablando del Viña Rock Circular, el primer festival permanente del mundo que queremos implantar en Villarrobledo. Se trataría, como dices, de hacer un festival anual, estable y permanente en una sala de conciertos, que también está en nuestra propuesta, haríamos en Villarrobledo con un aforo de 500 personas y otras dependencias para locales de ensayo, actividades de cultura contemporánea, etcétera. 

De la misma forma, ¿una programación desestacionalizada, extendida a lo largo del año, no podría servir para crear una infraestructura cultural y musical de la que se beneficien tanto el festival como el propio municipio?

El Viña Rock Circular sería el gran reclamo de toda la zona, activando muchos negocios y servicios, entre ellos La Hospedería.

Y una última pregunta ya como aficionado, ¿cómo es posible que se anuncie una y otra vez la muerte del rock and roll y sin embargo las guitarras sigan rugiendo con toda su fuerza en los diferentes circuitos de la música en directo? ¿El rock no es un muerto con demasiada buena salud?

El Viña Rock cuando se creó, rompió muchos muros, unió géneros de música que antes eran irreconciliables, los metió a todos en la hormigonera y de ahí surgió el Viña-Rock. Y todo lo que sale de una hormigonera tiene el futuro asegurado, ¡el rock siempre seguirá vivo!