Ante la alarma social que se está creando por los pinchazos, el Consejo de Gobierno ha abordado esta cuestión en la reunión de esta mañana. Por un lado se ha activado un protocolo de actuación para coordinar lo que se debe hacer cuando una víctima se presente en un punto violeta, un centro de salud o llame al 112. Por otro lado, el Gobierno regional ha tomado la decisión de personarse como acusación personal si en algún caso se produjera una agresión sexual. Esta medida se concretará en la próxima reunión del Ejecutivo autonómico. 

«Ya teníamos un protocolo de sumisión química, pero era necesario actualizarlo a esta modaldiad nueva que está creando cierta alarma social», ha explicado la portavoz del Gobierno regional, Blanca Fernández. Señaló que por el momento tienen contabilizados diez casos en Castilla-La Mancha de los que han tenido conocimiento por los propios medios que dispone la Junta. Aunque en su mayoría las víctimas son mujeres, también ha habido pinchazos a dos varones. Todas las provincias se habrían visto afectada salvo Guadalajara.

Fernández precisó que en ocho casos ha habido denuncia y que en los otros dos todavía no y no saben si finalmente habrá. En cuanto a los resultados de las pruebas, han dado negativo en todos los casos, aunque señaló que hay dos pruebas pendientes de conocer. 

Y es que precisamente una de las claves está en estas muestras y analíticas que se hacen a las víctimas. De ahí que Fernández insista en que el nuevo protocolo incide «esencialmente en la rapidez». Avisa de que algunas de las drogas que se pueden inocular se diluyen rápidamente. Y no solo es cuestión de tiempo, sino que también es importante que los resultados puedan ser utilizables en caso de juicio.

«Hacemos dos tipos de analíticas», explicó, «se hace una en orina en el hospital y en ninguna ha habido rastros de drogas». Pero también en el centro hospitalario se «toma una muestra de sangre custodiada en presencia de testigos para tener validez y se remite al Instituto de Toxicología Nacional».  Por eso aclara que aunque hasta el momento en Castilla-La Mancha no ha dado positivo ningún caso, todavía no se puede descartar.

Fernández señaló que si una víctima sufre un pinchazo «lo más eficaz es llamar al 112» porque hay que hacer un traslado en ambulancia al hospital donde se toman las muestras. De todas formas, si acude a un punto violeta o a un centro de salud, todas esas puertas estarán coordinadas. «El protocolo se remitirá de manera inmediata a los centros de salud y mandaremos instrucciones a todos los ayuntamientos que tienen puntos violeta», expuso.

La también consejera de Igualdad avisa de que «esto no es ninguna tontería y aunque sea un pinchazo sin droga, estamos asistiendo a una agresión». Si hubiera algún caso de agresión sexual, confirma que el Gobierno se personará: «La decisión está tomada».