Eloy M. Cebrián

Eloy M. Cebrián


Carmen por liebre

22/10/2021

Bravo por los tres sujetos que han ganado el premio Planeta dándole a la peña Carmen por liebre, y logrando de paso imprimirle al cuestionado galardón cierta perspectiva de género, aunque haya sido del género que no mola, es decir, del masculino. Sobre este asunto leí hace unos días un artículo de Cristina Fallarás en el que la periodista llamaba cretinos a los tres hombres que se inventaron a Carmen Mola, y anunciaba su abandono de la cruzada feminista después de este último revés. Qué poco sentido del humor. A mí, en cambio, me ha hecho mucha gracia que tres guionistas se hayan hecho pasar por una enigmática escritora para triunfar en el panorama editorial, y hayan aprovechado el Planeta para revelar su identidad secreta, sacando los colores a la mitad de la industria editorial y cabreando de paso a las feministas, lo que siempre es un empeño loable. Feminismo y victimismo son conceptos que empiezan a confundirse a fuerza de aparecer juntos. Y uno ya ha perdido la cuenta de las escritoras que se quejan del machismo en la industria editorial, pasando por alto que el mundo de la edición se está convirtiendo en un feudo femenino. Hace poco supimos del autor Sergi Puertas, un señor con varios libros publicados que, sin embargo, ha tenido que hacerse pasar por una chica veinteañera para que las editoriales le hicieran caso. Yo llevo tiempo observando que son las mujeres las que más apoyo editorial y atención mediática reciben hoy en día, en especial las más jóvenes, lo que aporta un factor de discriminación añadido al fenómeno. La literatura de la testosterona y del gayumbo ha cedido el paso a la del lápiz de labios y el salva slip, y ha tenido que ocurrir la bufonada del Planeta para ponerlo de manifiesto. Aun así, no faltará quien denuncie que han hecho falta tres tíos para hacer el trabajo de una sola escritora.