Hace una década se aprobó, en el salón de Plenos del Ayuntamiento de Hellín, el Plan de Competitividad Turística de la Comarca Campos de Hellín que contemplaba actuaciones por importe de 2,3 millones de euros durante tres años (2010-2013), con el nombre de Ruta de la Tamborada y que, pese a las grandes expectativas que despertó, se quedó «en papel mojado». El plan se firmó en marzo de 2010 en el salón de plenos del Ayuntamiento, por el secretario de Estado de Turismo, Joan Mesquida; la consejera de Cultura, Turismo y Artesanía de la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha, María Soledad Herrero; el presidente de la Fundación para la Promoción del Desarrollo Económico de la Comarca Campos de Hellín, Manuel Valcárcel Iniesta, y el presidente de la Asociación de Turismo Rural Campos de Hellín, Antonio Martínez Bleda, en presencia del alcalde de Hellín, Diego García Caro, y del presidente del Grupo de Acción Local, Campos de Hellín, Ramón Lara, en presencia de alcaldes y representantes políticos y empresariales de los cinco pueblos que conforman la comarca Campos de Hellín: Albatana, Fuente Álamo, Hellín, Ontur y Tobarra. El convenio contemplaba actuaciones por importe de 2,3 millones de euros, y tenía como objetivo principal el de «ayudar a la desestacionalización y especialización turística, asegurando a corto y medio plazo su nivel de competitividad como clave primordial para posicionar y consolidar el destino diferenciado de la Comarca Campos de Hellín, adaptando éste a las exigencias del mercado y de la sostenibilidad ambiental». Proponía la realización de diversos estudios: uno sobre la actividad económica turística de la comarca; la puesta en marcha de seminarios y jornadas; la creación de una página web interactiva, entre otros. Manuel Valcárcel, que era alcalde de Tobarra y presidente de la Fundación que debía desarrollar el plan, cuenta a La Tribuna de Albacete, «que se trabajó durante bastante tiempo para conseguir el Plan, que era una herramienta muy importante para poner en valor y desarrollar nuestra comarca, pero nos lo concedieron en una época muy difícil, en la que los ayuntamientos estábamos superados por la crisis y no pudimos afrontar el pago de la parte que nos correspondía».
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