Avanza la reparación del derrumbe en Alcalá del Júcar

A.G
-

Los trabajos de reposición y aseguramiento avanzaron en las últimas semanas, según el alcalde, que indicó que continúa la reconstrucción de terrazas y está definido el proyecto para el cantil, con lo que el proyecto podría concluir este año

Trabajos de reconstrucción de las terrazas, en una imagen de archivo. - Foto: A.A.J.

Los trabajos de reparación y aseguramiento de la ladera en el barrio del Ceñajo han tenido un avance notable durante las últimas semanas, con lo que «la obra podría estar totalmente concluida a finales de este año, como muy tarde a inicios de 2022», según indicó el alcalde de Alcalá del Júcar, Pedro Antonio González.

Así lo planteó el director de la obra al regidor en una reunión reciente, en la que se informó de los últimos pasos dados dentro de un complejo proyecto para devolver la normalidad a la zona afectada por el gran desprendimiento de diciembre de 2016. El trabajo sobre el terreno comenzó en el otoño de 2019 y ya se preveía que pudiera prolongarse durante año y medio, aunque posteriormente se vio afectado por otras dificultades, como retrasos a causa de la crisis sanitaria o la necesidad de adaptar el programa de trabajos a los resultados de las prospecciones en la pared.

De acuerdo a las explicaciones de González, en las últimas semanas se está «trabajando a buen ritmo en la reconstrucción de los muros en la zona de terrazas, que facilitan la amortiguación de los impactos y fueron totalmente devastadas por el desprendimiento». Con ello, «está más cerca la posibilidad de meter equipos de mayor envergadura, que permitan a avanzar a mejor ritmo».

Además, según indicó el regidor, «se han solventado los aspectos técnicos de la solución que dar en el cantil», la zona más alta del precipicio desde donde cayeron las grandes masas de roca. Ahora, «en función del criterio de los técnicos, tendrán que ir compaginando una obra con otra, de forma que cuando se trabaje en el cantil, tendrán que parar los trabajos en la ladera para evitar daños por cualquier posible desprendimiento».

La retirada de la gran roca de la calle Molino quedará para el final ya que, «ahora mismo hace hasta una labor de contención, ante la posibilidad de que pueda caer alguna roca de menor tamaño».

(Más información en edición impresa)