Los residentes se suman a la protesta por deterioro Urgencias

Teresa Roldán
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Los MIR critican que su formación debido a la sobrecarga asistencial que sufren se está viendo afectada

Un momento de la concentración de residentes y personal sanitario a las puertas de Urgencias. - Foto: Arturo Pérez

Los médicos/as internos residentes (MIR) que se están formando en Albacete quieren hacer llegar a la población atendida en el Complejo Hospitalario Universitario de Albacete la creciente preocupación que les producen las condiciones que se viven a diario en el Servicio de Urgencias. Por eso hoy los residentes se han unido a la protesta que desde el pasado mes vienen protagonizando los trabajadores de este dispositivo a las puertas de este Servicio, aunque muchos de ellos ya se habían sumado a las concentraciones anteriores. Y lo han hecho para visibilizar también las particularidades de su quehacer diario y la falta de espacio que tienen para "atender con la dignidad que se merecen a los pacientes".

Hace ya casi tres años que la excepcionalidad de la pandemia por la Covid-19 puso de manifiesto las limitaciones estructurales del Servicio de Urgencias del Hospital General, aunque siempre con la máxima calidad humana y técnica recibida por parte de sus profesionales. Estas carencias afectan al espacio físico (instalaciones insuficientes para atender a pacientes, escasa privacidad, limitación de recursos sanitarios e informáticos disponibles…) y a la plantilla de Urgencias por un claro número insuficiente de profesionales contratados. "Es difícil entender cómo, después de todo este tiempo, no se ha puesto solución a estos conocidos problemas. Ahora, nuevamente nos enfrentamos a ellos, con la dificultad añadida de las crecientes necesidades asistenciales de los últimos meses", agregan los residentes de Medicina de Familia que rotan por este Servicio.

Recuerda además este colectivo que "los médicos residentes somos personal cualificado, pero temporal, en formación y, por ello, con mucha experiencia aún por adquirir; queremos prestar una atención digna y para eso nos formamos y trabajamos con esfuerzo, constancia y compromiso", así como que durante los cuatro o cinco años de MIR desarrollan gran parte de nuestra actividad laboral en forma de atención continuada (las guardias). "Tras nuestra jornada laboral habitual, comenzamos diariamente turnos de 17 horas de lunes a viernes (tardes + noches) y de 24 horas consecutivas los sábados, domingos y festivos. Según la ley, después descansamos 24 horas y volvemos a nuestro puesto de trabajo.Sin embargo, a pesar del trabajo dedicado, vemos con preocupación cómo, con demasiada frecuencia, cuando la situación impone dificultades, se nos sobrecarga de manera desproporcionada", insisten los residentes.

Desde el verano de 2022 hasta la fecha actual, se han ido tomando una serie de decisiones internas para la organización del trabajo en el Servicio de Urgencias que de forma directa suponen más sobrecarga, si cabe, para el colectivo de residentes en formación. "Así, durante horas de atención continuada (las guardias), atendemos proporcionalmente más pacientes de los que nos corresponderían en una situación normal. Lo que inicialmente se justifica como esporádico, se convierte en crónico. Y así, poco a poco e inevitablemente, se deteriora tanto la asistencia que merecen nuestros pacientes, como las condiciones de trabajo básicas de las personas que trabajamos en Urgencias".

Si hay déficit de personal e instalaciones en el Servicio de Urgencias, los residentes consideran que la medida lógica es incrementar la plantilla de personal estructural ya especializado del Servicio, pero "contra el sentido común, lo que parece plantearse por parte de la Dirección es: ante la falta de espacio, postergar cualquier ampliación; ante la falta de personal, no generar nuevos contratos, sobrecargando y limitando la atención y, si no se puede más en el horario de la mañana, retrasar la atención de los pacientes a los profesionales que están de guardia, mayoritariamente residentes".

Llevamos meses sufriendo esta situación y los múltiples intentos de utilizar otras vías para solucionar estos problemas, tanto por parte de los residentes como por la de la antigua coordinación del Servicio de Urgencias, han sido ignoradas sistemáticamente por la directiva del centro hospitalario. "Se trata de una situación insostenible para nuestra formación y calidad asistencial".

Por todo lo expuesto, solicitan el cese inmediato de las medidas descritas, y la implementación de intervenciones efectivas para problemas complejos: incrementar y reorganizar los espacios; contratar más personal estructural; renovar sistemas informáticos precarios; y, por supuesto, potenciar los centros de salud y Puntos de Atención Continuada de Urgencias de Atención Primaria y Comunitaria, que también se encuentran desbordados.

"Nuestro sistema sanitario es orgullo y propiedad de todos. Cuidarlo es, también, tarea de todos. Tanto en momentos de salud como de vulnerabilidad, profesionales y ciudadanos no podemos dejarlo pasar", palabras con las que concluyeron sus movilización.