Confianza en el 'western'

A.G.
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El director almanseño Manuel Olaya abrió una campaña de micromecenazgo para financiar la producción de su próximo cortometraje, tras los premios obtenidos con 'Arizona 1878'

Rodaje del trailer de 'Infortunio'. - Foto: M.O.

El director almanseño Manuel Olaya volvió a ponerse tras la cámara para rodar el trailer de un nuevo cortometraje del género western, bajo el título Infortunio. Ese trabajo sirve de presentación de su último proyecto, cuya financiación espera completar a través de una campaña de micromecenazgo o crowdfunding, abierta actualmente en la plataforma Verkami.

Con aportaciones de entre 10 y 1.000 euros, a cambio de distintas recompensas y «un proceso muy fácil para colaborar», los interesados disponen aún de 35 días para colaborar en la filmación del corto que seguiría en la carrera de Olaya a Arizona 1878. Con este, según detalla el director, «lleva conseguidas 196 selecciones oficiales y 136 premios internacionales, incluyendo varios en Estados Unidos», como los del Rochester International Film Festival o el prestigioso Unofex de Nueva York.

«Guardo la estética y el diseño de producción», indica el director, detallando que creyó importante grabar ese adelanto «para dar a conocer esta campaña y nuestro proyecto en redes sociales». «Intentamos sacar financiación, patrocinadores o productoras que quieran colaborar, para hacer mucho más grande el proyecto», añade, explicando después que «llevamos más de año y medio trabajando en atrezo para el corto, hecho en base piezas originales que hay en museos de Norteamérica, tanto la reconstrucción de un arca de caudales de la Wells Fargo como en otros tantos enseres o piezas que se podrán ver en el corto».

En cuanto al destino de la recaudación, con un objetivo fijado en 3.000 euros, señala que «la importancia del crowdfunding es poder alquilar buen equipo de filmación y tener a mi lado a un buen numero de profesionales para hacer de Infortunio un cortometraje de primera división, western en mayúsculas».

Sobre un guión escrito durante el confinamiento, el rodaje se llevó a cabo «prácticamente en un fin de semana» en el desierto de Tabernas (Almería) y en el decorado cinematográfico del Oasys Minihollywood, que se levantó en 1965 para albergar el rodaje de La muerte tenía un precio, de Sergio Leone.

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