Balazote hace un buen balance de su Ordenanza de temporeros

E.F
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El Ayuntamiento balazoteño fue el primero de toda la provincia de Albacete en regular las condiciones de alojamiento de los trabajadores agrícolas, que suman cada año cerca de 2.000 personas en un municipio de 2.400 habitantes

Un trabajador corta ajos antes de su envasado - Foto: R.S.

Desde finales de 2018, varios ayuntamientos albacetenses intentan cubrir el vacío legal que existe sobre las condiciones de vida de los temporeros del sector agrícola, un problema que empezó por ser una cuestión laboral y que ahora es un asunto con importantes implicaciones sanitarias.

El primero en dar el paso fue Balazote, un municipio de casi 2.400 habitantes que entre mayo y junio recibe un auténtico aluvión de trabajadores para tomar parte en la primera gran campaña agrícola del año en la provincia de Albacete, la del ajo, según explica su alcalde, Mateo Simarro.

«Cada temporada, doblamos la población o casi, porque de media recibimos unas 2.000 personas que vienen a trabajar», explicaba ayer a La Tribuna de Albacete, «así que esta Ordenanza se redactó y se aprobó por pura necesidad; se partió de cero, no había nada, pero es que no había ninguna otra opción».

La versión definitiva de la Ordenanza Municipal Reguladora de Alojamiento de Trabajadores Migrantes para Campañas Agrícolas de Temporada en el Termino Municipal de Balazote se publicó en el Boletín Oficial de la Provincia de Albacete (BOP) del 4 de febrero de 2019. Pero eso solo fue el inicio.

«En la primera campaña real con la ordenanza en vigor, la de 2019, hubo que hacer una labor de información enorme, casi de pedagogía», recuerda el actual alcalde, «y no todos los problemas se arreglaron de golpe, aquí no hay panaceas, pero de entonces a hoy se nota un mejoría y no solo en el sector agrícola, también en otros como el de los alquileres de viviendas».

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