Un alarde incompleto de superioridad

Diego Izco (SPC)
-

En el duelo Premier-LaLiga, los ingleses demuestran ser mejores. Sin embargo, el Madrid salió con tres goles a favor y al Villarreal le abrieron la lata con uno en propia puerta

Vinícius marcó uno de los tantos merengues en una gran acción. - Foto: AFP7 vía Europa Press

Es posible que Manchester City y Liverpool sean los dos mejores equipos del mundo en la actualidad; que estén al mismo nivel (o mejor) que hace dos temporadas, cuando, ojo al dato, un Liverpool increíble fue segundo con 97 puntos porque al City se le ocurrió firmar 98; y que sean mejores, bastante mejores o mucho mejores que sus respectivos oponentes en semifinales porque la Premier lleva tiempo haciendo las cosas bien y LaLiga no demasiado. Sin embargo, de la primera entrega del particular duelo entre Inglaterra y España hay algunas conclusiones innegables: una, que 'sky blues' y 'reds' son mejores que los nuestros... y dos, que sabemos sobrevivir:el Real Madrid hizo tres goles en un campo donde a los de Guardiola le han hecho (por ejemplo) solo 13 goles en 17 partidos de Premier. Y el Villarreal, a pesar de ser francamente inferior, solo vio perforada su portería con un autogol desafortunado y una genialidad trazada con máxima precisión.  

A pesar de Ancelotti

Existe una corriente de análisis bastante extendida de que el Real Madrid está precisamente 'sobreviviendo' «a pesar de» Carlo Ancelotti. Ha recibido cuatro baños tácticos en cinco partidos de eliminatorias: el PSG fue tácticamente mejor en ambos duelos (lo del 3-1 que resolvió la eliminatoria solo se justifica en la 'magia' del Bernabéu en la vuelta), Tuchel le dio una lección con el Chelsea en casa y Guardiola impuso claramente su pizarra esta semana. En el Etihad, el técnico italiano no fue capaz de anular el efecto arrollador que tuvieron los laterales locales como centrocampistas, lo que le permitió al City dominar ampliamente el duelo. No movió el 4-3-3 hasta el minuto 70, cuando quitó a Rodrygo para dar entrada a Camavinga... quien, nada más entrar, se despistó propiciando el 4-2. Cuando sustituyó a Luka Modric por Ceballos, el 95 por ciento de la afición estuvo a punto de tirarle las zapatillas al televisor. Afortunadamente, lo siguiente que sucedió fue el vuelo de manos abiertas de Laporte y el penalti del 4-3 definitivo. 

'Panenkazo'

En ese instante, Karim Benzema toma la responsabilidad después de haber fallado tres de los últimos cuatro lanzamientos. Estadísticamente, una figura de esta entidad no falla cuatro de cinco, así que apostar por un nuevo error era como tirar el dinero a la basura. Pero el método elegido por el francés fue el perfecto para dar el puñetazo sobre la mesa. «Esto es la Champions, somos el Madrid, yo Benzema... y hacemos estas cosas porque nos salen», reclamando el jardín de la Copa de Europa como propio. No fue valentía , como muchos describieron el día después: el 'panenkazo' de Benzema fue esa soberbia sana que deben tener los campeones. 

'Solo' dos

Al Villarreal le iba a tumbar la Juventus tras el 1-1 de La Cerámica, pero la moneda salió cara en la vuelta:18 disparos italianos frente a siete españoles... para un 0-3 histórico;al Villarreal le iba a tumbar el Bayern en ambos encuentros, pero la moneda volvió a salirle cara dos veces, tanto en el 1-0 de la ida como en el 1-1 de la vuelta (en total, 15 disparos 'amarillos', 45 alemanes). Emery volvió a tirar la moneda al aire en Anfield. Otra vez un planteamiento defensivo para intentar salir vivo: asumir la inferioridad, un movimiento lógico, no esconde que el 'submarino' se achicase tanto. Esta vez fueron 20 disparos ingleses frente a uno solo de los españoles. Y esta vez salió cruz. Si encajas un 2-0 y dices abiertamente que lo mejor ha sido el resultado es que el invento dejó de funcionar. 

Sin factor-sorpresa

Allegri y Naggelsmann se vieron sorprendidos, pero Klopp no mordió el anzuelo. No se encontró nada distinto de lo que planteó el Villarreal en octavos y cuartos, pero sí mentalizó a sus jugadores de que, en el deporte, la única forma de ser superiores es demostrarlo. Y el Liverpool fue un ciclón... pero el resultado no fue todo lo amplio que mereció. Como el del City. Y por eso los encuentros de vuelta en España serán tan apasionantes como los de ida.