Al igual que ocurrió en los ámbitos nacional y regional, el anuncio gubernamental de la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) hasta los 1.080 euros fue acogido con satisfacción por los representantes provinciales de los sindicatos. Mientras, desde la Confederación de Empresarios (FEDA), se llamaba la atención sobre la menor afección de la medida en Albacete, al encontrarse la mayoría de las retribuciones mínimas de los convenios provinciales por encima del nuevo SMI.
Por parte de la patronal, el presidente de FEDA, Artemio Pérez, destacaba a La Tribuna «lo bien que habla sobre la negociación colectiva en Albacete» el hecho de que la medida solo vaya a llevar a actualizar salarios «en dos convenios, las categorías inferiores del campo y dos del de oficinas y despachos». Según indicó, son unos 11.000 trabajadores los que están en esa situación, mientras que la subida «no afecta a los convenios de comercio y hostelería, que sí tendrán que actualizarse en otras provincias» al contemplar retribuciones mínimas más bajas.
«La CEOE no está en el acuerdo porque no recibió ninguna contrapropuesta, sino que simplemente se ha presentado la medida», añadía Pérez sobre la ausencia de la patronal en la reunión del martes. «Esta es una potestad del Gobierno, que la ejerce y la utiliza políticamente», añadía mientras que recordaba la petición de la patronal para que «se introduzca una variante territorial en el salario mínimo, que tenga en cuenta la renta media de cada territorio». «No es lo mismo el sueldo de un camarero en el entorno de Madrid que en el 80% de la provincia de Albacete, donde ese salario mínimo ya está muy cerca de la renta media», detallaba sobre esa propuesta, «que seguimos pidiendo que se atienda porque es una distorsión que puede perjudicar la instalación de empresas en la España vaciada».
Por parte de los sindicatos, la secretaria general de CCOO Albacete, Carmen Juste, calificaba la subida como «una medida de justicia social que viene a favorecer a las personas que se encuentran en una situación más precaria, principalmente mujeres, migrantes y jóvenes».
Juste cifraba en unas 15.000, «7.000 hombres y 8.000 mujeres», las personas beneficiadas por la medida en la provincia, al sumar a los trabajadores mencionados a los que «no están amparados por el paraguas de un convenio colectivo, como las empleadas del hogar».
La representante de CCOO añadía que «los porcentajes de subida del salario mínimo de esta legislatura han sido históricos» y valoraba también los efectos de otras medidas como la reforma laboral, «que también ha llevado a registros sin precedentes de contratación indefinida». En cuanto al papel de su sindicato, aseguró que «vamos a seguir trabajando en la misma línea con el objetivo de mejorar la calidad del empleo», en referencia a la renovación de convenios en este año.
Desde UGT, el secretario general en Albacete, Javier González, coincidía en que «con el actual aumento de precios, no ejecutar esta medida hubiera sido muy dañino para la rentas más bajas». «Nos hubiera gustado que se sumarán los empresarios», añadía, mostrando su convencimiento de que «la medida va a tener una afección positiva en el sector servicios, al evitar la pérdida de poder adquisitivo y que muchos trabajadores se queden descolgados del consumo».
«En Albacete exigiremos subidas acordes en los procesos de negociación colectiva», proseguía el secretario general de UGT Albacete en alusión a los acuerdos sectoriales que han de renovarse en 2023, como el del campo, cuya mesa se constituyó ayer.