Una pieza arriesgada de danza

A.D.
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El Teatro Circo acoge la presentación de 'Devórate', de Mari Paula, una obra en la que, a través del cuerpo, se cuestiona el consumo desenfrenado de materiales plásticos

Una de las escenas de la obra. - Foto: Anjana Guerras

El Teatro Circo acoge hoy, a las 20 horas, el estreno de Devórate,  la performance creada por la artista Mari Paula, con gran proyección internacional. Un espectáculo de danza en el que, a través del cuerpo, se cuestiona el consumo desenfrenado de materiales plásticos, así como el desarrollo tecnológico frente a la existencia del ser humano.

Mari Paula, (Mariana de Paula Ferreira), directora y coreógrafa, creadora de este proyecto, comentó a La Tribuna de Albacete que  «nos han invitado al Teatro Circo y estoy muy contenta porque Devórate es una pieza bastante arriesgada, se escapa un poco de los formatos tradicionales de danza, principalmente  porque en mis obras, no solo trabajo con coreografías, también con elementos y en esta performance lo hago con unos buenos metros de plástico, es como si constantemente fuese devorada por ese plástico, llega un momento en el que el cuerpo y el plástico se funden, la materia, la carne con lo sintético».

La obra, confirmó Mari Paula, «forma parte de una trilogía, es la segunda pieza de la trilogía antropófaga, que se inspira mucho en el movimiento modernista brasileño que esta año celebra su centenario; un movimiento contracultural para defender la cultura brasileña que celebraba el centenario de la emancipación de Portugal y que dio voz a lo que llamamos antropofagia cultural, algo muy recurrente en mi país, que es de mucha mezcla. La primera pieza, que hice de esa trilogía, cuando vine a vivir a España, fue Retrópica, en 2017, que precisamente fue premio Nacional en Brasil, un gran éxito». 

En 2019 Mari Paula dio forma a Devórate, la obra que hoy presenta en Albacete, «es un diálogo, en el que he colaborado con más de una docena de artistas de diferentes lenguajes para crearla. Así que dialogando sobre qué era el mundo, nos dimos cuenta que estábamos devorando plástico, comiendo plástico, y a partir de ahí empezamos a crear. En Devórate, en la que bailo 50 minutos cien por cien desnuda, mucha gente puede sentirse al principio desconfortable, extrañada, pero luego entiende que no es una desnudez gratuita, porque   si que es cierto que pensamos en varios tipos de vestuarios, pero todos ellos daban un tiempo a Devórate y quería que fuese una pieza atemporal, porque para mí, es el comienzo del fin. Parte de una pregunta, ¿y si el mundo se hubiera acabado y solo hubiera quedado una mujer y un plástico devorándose el uno al otro, es lo que queda, el principio de una nueva forma de vida híbrida, el hombre ha transformado la tierra que es ya bastante sintética, entonces hay escenas con mucho sentido y, precisamente, en una de ella, en la que voy caminando lentamente, una filósofa me comentó que le recordó que la evolución nunca había sido representada por la figura de una mujer, y es verdad, en los libros siempre la representa la figura de un hombre, entonces es una anécdota muy poderosa, con mucho sentido».

Destacó la directora y coreógrafa el trabajo del iluminador, Carlos Molina, «que es muy importante, porque la luz del espectáculo está dirigida, pero no es automática, acompaña a mi baile, es casi como un dúo, es muy relevante en este montaje».

Tercera parte. Hay una tercera parte, confirmó la bailarina, que cerrará esta trilogía, que se estrena este año, adelantó Mari Paula, «que se lleva como título Fronteriza y estrenaremos en el Palacio de Festivales de Cantabria, en septiembre. Es una pieza que cierra esta trilogía, un momento en el que decidimos que no pasa nada, que se puede vivir en la frontera, no hace falta vivir ni aquí ni allá, cuando uno entiende cuál es su sitio, que no es un territorio,  porque mi casa es mi cuerpo, soy suficientemente capaz de vivir donde quiero».