Hay mejoría en los hospitales albacetenses ante el menor ritmo de contagios y la bajada de pacientes ingresados, pero esa mejoría aún tiene que plasmarse en las UCI, donde la complicada situación pervive. Emilia García López, es enfermera en la UCI del Hospital General Universitario, y relataba que “en las UCI va a tardar un poco más en notarse la mejoría porque son pacientes que llevan más tiempo, pero si notamos que la presión baja”. Esa presión menor ha llevado a reorganizar la presencia de los contagiados en las diferentes dependencias, “teníamos pacientes críticos en varios sitios, las UCI, la entreplanta, REA, y más lugares habilitados para esto”, explicaba esta enfermera albacetense que antes de la expansión de la epidemia estaba en la UCI coronaria: “Nos han reconvertido esta situación, pero seguimos haciendo mismo horario y los mismos turnos, alguna vez tienes que cubrir, pero no es algo que se haga normalmente, estamos descansando”. Es un descanso más que necesario, asegura, porque la atención sanitaria hace mella: “Vamos a días, hay días que lo llevas algo mejor, otros no, es una carga tanto física como emocional en esta situación, porque estos pacientes requieren muchos cuidados, mucho trabajo, en ese sentido vamos cansados, terminas realmente agotada”. Para esta enfermera, la carga psicológica se hará notar, “esto es algo tan fuera de lo normal que no te crees que esté pasando, te sientes muy impotente en algunos momentos por no poder llegar a más”. Aun así a veces el trabajo con los paciente críticos tiene recompensa: “Te alegra ver el trabajo en equipo, porque es un trabajo entre todos, con médicos, TCAE, celadores, es un trabajo que enriquece, estamos muy unidos para hacer el cuidado de esos pacientes, y te motiva”. La satisfacción llega “cuando ves que el paciente va hacia adelante, y sale de UCI, eso  te emociona; en las UCI los sentimientos están a flor de piel, cuando extubas a un paciente, y haces por fin una comunicación del paciente con la familia, es muy emocionante”. Y es que “hay mucha soledad en estos pacientes y también en sus familiares,  no pueden verse, y por mucho que les cuentes que la cosa va bien, que mejora, ellos no ven al paciente, así que cuando haces una comunicación entre ellos tiene mucha carga sentimental, da mucha emoción”.