Pedro J. García

Pedro J. García


Una tarde tranquila

08/10/2021

Hace unas semanas mi mujer me dijo que mi suegra tenía un móvil nuevo y que uno de mis cuñados le instaló el Whatsapp, algo que pronto comprobé cuando me envió una fotografía que, por los protagonistas, fue un error y el destinatario debía ser otro. Un par de semanas después, me informó mi esposa de que su madre ya se había cansado y que su hermano le desinstaló la aplicación. No soy yo de elogio fácil con mi suegra, pero qué inteligente ha demostrado ser, porque le bastaron unos pocos días para darse cuenta de que se estaba convirtiendo en una esclava del móvil.
La mayoría de nosotros no nos damos cuenta de que el 95% de los mensajes que recibimos a través del Whatsapp son tonterías que lo único que hacen es que perdamos nuestro preciado tiempo. El pasado lunes por la tarde y parte de la noche lo pudimos comprobar cuando Whatsapp, Facebook e Instagram sufrieron una caída y nuestros teléfonos móviles dejaron de emitir el característico sonido que nos anuncia la llegada de un nuevo mensaje y, ante la duda de si será importante o no, nos lleva a abrirlo antes que después.
No sé ustedes, pero las seis últimas horas del pasado lunes fueron de las más relajantes que viví en muchos años, lo que también me permitió hacer una reflexión. Vivimos en la era de las tecnologías, con más avances que nunca, pero lejos de sacar lo más provechoso, nos hemos convertido en esclavos y vivimos peor que antaño. Menos mi suegra, que sólo tardó un par de semanas en quitarse los grilletes de la famosa aplicación del móvil.