Con una concentración en las inmediaciones del pabellón polideportivo cubierto, en una tarde con temperatura agradable, se inició el desfile de máscaras y grupos, el más importante de los Carnavales de 2022, tras dos años sin fiesta en la calle. Con algo de retraso por la lentitud con la que desfilaron los grupos se terminó en la plaza de toros cubierta. Centenares de personas salieron a la calle para presenciar la marcha, a lo largo del recorrido, disfrutando de la originalidad de los disfraces de los grupos, comparsas y mascaruchas individuales, con jóvenes y mayores disfrazados de los personajes más variados de cuentos y películas, con o sin máscara, en cuadrillas o en grupo con disfraces sofisticados o del baúl de madres y abuelas, con protagonismo para brujas dando buenas recetas para acabar con los maleficios de los últimos años, entre pandemias y guerras; jóvenes hippies, con pantalones y blusas de cuadros coloridos y pancartas rechazando la guerra y a favor de la paz; o un guardia civil joven deteniendo al monstruo del Carnaval. Al final del desfile estaba prevista la entrega de los premios del desfile para el que se establecieron dos premios dotados con 100 euros, para el grupo más original y 50 para el traje individual y la máscara más elaborada.