El próximo sábado, 3 de septiembre, la Unión Taurina de Abonados de Albacete ha organizado un acto de reconocimiento hacia la figura del matador de toros albacetense Pedro Martínez Pedrés, cuando se va a cumplir el primer aniversario del fallecimiento del gran torero, que ocurrió el 6 de septiembre de 2021.
El homenaje consistirá en la colocación dentro de la puerta grande de la plaza de toros, de una placa en la que rezará En reconocimiento a Pedro Martínez «Pedrés» por su larga trayectoria como matador de toros, introduciendo una forma y estilo personal de ejecutar el toreo, marcando un antes y un después en el mundo taurino, lo que ocurrirá a las 12,30 horas, estando invitados todos los aficionados y profesionales del toreo. Tras el acto, se celebrará una comida en el Hotel Europa de la ciudad a la que pueden apuntarse quien lo desee en el mismo hotel, durante los días previos al acto, donde se le entregará a la familia un recuerdo del reconocimiento.
Han confirmado la asistencia los hijos del maestro, María Teresa, Pedro y Rocío, según ha manifestado a este diario el propio hijo del torero, Pedro. Juan Eulogio Alarcón, presidente de la Unión Taurina de Abonados ha manifestado a La Tribuna de Albacete que se programó para vísperas de la navidad pasada este acto de homenaje, pero por motivos de la sexta ola del Covid 19, hubo que suspender el acto y la cena, y ha sido ahora cuando las circunstancias son propicias para celebrar este merecido homenaje a un diestro que paseó el nombre de Albacete por todos los rincones del mundo taurino, una gran figura del toreo de los años 50 y 60.
Pedrés fue uno de los baluartes de la llamada «edad de oro» del toreo albacetense, ya que fue durante principios de los años 50 cuando en esta ciudad surgieron toreros de gran alcance mundial, como son Juan Montero y Manuel Jiménez Chicuelo II. Hizo pareja en su etapa de novillero con Juan Montero, engendrándose una de las mayores y más enriquecedoras rivalidades de las que ha disfrutado esta ciudad, que junto con Chicuelo II, puso en la órbita taurina a una ciudad de provincias que entonces apenas contaba con 30.000 habitantes y albergaba a casi 300 profesionales taurinos.
Hasta tal punto llegó su rivalidad con Montero y fama, que torearon juntos en la plaza de toros de Las Ventas en Madrid el 6 de junio de 1952, en un mano a mano, que agotó el papel, a pesar de ser una novillada, fletándose para la ocasión un tren que partió de Albacete. La rivalidad fue tan grande que podían verse discusiones entre las aficionadas albacetenses en los mercados, por ser unas partidarias de «potaje», que así le llamaban a Montero y otras de Pedrés.
Tras esos años, decide retirarse definitivamente en la temporada de 1965, siendo su última corrida en la plaza de Hellín, el 1 de octubre de ese año, alternando con Paco Camino y El Cordobés, aunque antes se despidió de sus paisanos, toreando en nuestra plaza, el día 12 de septiembre con Murillo y El Cordobés, el 13 con Antonio Bienvenida y Pepe Osuna con toros de Miura y su última comparecencia en Albacete, el 14 de septiembre, en una corrida de ocho toros junto a Chamaco, Curro Romero y José Fuentes. Desde su alternativa en Valencia en octubre den 1952, se retira en 1955 y vuelve en una segunda etapa en 1960, permaneciendo en activo hasta 1965, cuando decide su retirada definitiva, siendo su última corrida en la plaza de Hellín, el 1 de octubre de ese año, alternando con Paco Camino y El Cordobés, aunque antes se despidió de sus paisanos, toreando en nuestra plaza, el día 12 de septiembre con Murillo y El Cordobés, el 13 con Antonio Bienvenida y Pepe Osuna con toros de Miura y su última comparecencia en Albacete, el 14 de septiembre, en una corrida de ocho toros.