José Juan Morcillo

José Juan Morcillo


«SloMo»

16/03/2022

No sé qué opinarán, pero abrigo la sensación de que la vida se ha ralentizado desde hace dos años, desde que comenzó el estado de alarma y nos tuvimos que encerrar como topos para huir de las garras del virus. Todo se volvió entonces más lento, más adormecido, más aletargado, y ahora uno nota como si el cuerpo, transcurrido este tiempo, aún no haya salido de esa modorra vital en la que nos hundimos. Hasta Chanel, la jovial cantante que nos va a representar en Eurovisión, que en su vídeo promocional baila bajo la lluvia a un ritmo frenético, a un ritmo joven, fuerte y vital, se mueve por momentos a cámara lenta, en «SloMo», como dice ella.
Confinamientos, mascarillas, enfermedades, fallecimientos, crisis económica, corruptos políticos y eméritos, más crisis económica, guerra en Europa, más pobreza, más muertos. Este lastre pesa mucho en el ánimo para que alce su vuelo y sienta por fin el viento y la luz; este lastre pesa tanto que habría que cortar la cuerda y aislarse del mundo y de sus peligros para recobrar el ritmo vital perdido. Malditas mascarillas, que apenas me dejan respirar cuando trabajo. Al ralentí, así parece que vamos. Apáticos, ataráxicos, atados en un cansancio vital que yo no había padecido nunca. Hay días en los que no te apetece hacer nada, en los que no te apetece leer ni escribir, ni tampoco salir de casa para pasear, ni levantarte para trabajar, para hacerte vivo; por apetecer ya ni apetece viajar por miedo a contagiarte o por ahorrar, vista lo cara que se ha puesto la vida.
No sé qué opinarán, pero abrigo la sensación de que hemos perdido ritmo vital, que vivimos por vivir, sí, porque no queda otra, porque nos hemos vaciado, porque hemos apagado muchos rescoldos, quizás los últimos que hemos estado manteniendo vivos del fuego de la vida, la sensación de que hemos perdido mucha alegría, de que por perder hemos perdido hasta la ilusión por todo o por casi todo, no sé, cada cual sabrá, la ilusión, por qué no, de ganar Eurovisión porque vamos al ralentí, a cámara lenta, en «SloMo», como canta Chanel.