El Albacete apunta alto. Este equipo tiene alma y lo demostró frente al Huesca en un partido que encandiló a la afición porque lo que trasmite el bloque formado por Rubén Albés es para ilusionarse cada vez más. 

Un inoportuno penalti de Mesa a Escriche a poco del final y que el árbitro mandó repetir después de que Bernabé lo parase a Juan Carlos en el primer intento, parecía llevar el partido al empate tras el buen gol logrado por Juanma en la primera parte. Pero el Alba tuvo fe y se lanzó en el tiempo añadido para conseguir el gol que trajo la felicidad completa a una grada entregada y enormemente feliz con lo que transmite este equipo.

La esperada lluvia cayó con fuerza antes de comenzar el choque, una tormenta de viento, agua y rayos que el césped aguantó como un campeón. Rubén  Albés introdujo una novedad, puso a Juanma en el lugar de Rubén Martínez y un sistema con mucho movimientos, pues tan pronto Olaetxea se metía atrás como un central más que ocupaba el doble pivote con Riki, mientras que Maikel Mesa intentaba jugar entre líneas. Y como estaba ya anunciado, Alcedo cubría el lateral izquierdo por la sanción de Julio Alonso. 

El Huesca empezó con la intención de dominar y suya fue la primera gran ocasión, gracias a una rápida contra en la que Kanté se plantó ante Bernabé, que despejó el remate evitando el tanto visitante.

A los 10 minutos el Alba respondió con un gran tiro de Riki que salvó el guardameta Andrés Fernández.

El toma y daca era constante, con ambos equipos tratando de imponer sus estilos y mostrando un partido vistoso a pesar de lo complicado que estaba el terreno de juego. Bernabé salvaba otro gol en una buena jugada de Soko por la derecha cuyo centro fue rematado de primeras por Escriche. Las entradas de Soko eran un problema para Juan María Alcedo, pero Boyomo y Djetei se multiplicaban para evitar los remates de Kanté y Escriche.

El partido estaba bonito y se puso todavía más en el minuto 16 con el gol del Albacete. Tras una bonita jugada, Mesa filtró un magnífico pase para Juanma y su primer remate fue atajado por Andrés Fernández, pero nada pudo hacer el guardameta del Huesca en el rechace que el propio Juanma introdujo en la portería.

Con el marcador en contra, el Huesca intentó dar un paso adelante y durante unos minutos generó problemas para un Albacete que supo defender con orden y solidaridad.

La primera mitad acabó con un disparo de Alcedo que no pudo retener Andrés Fernández, pero reaccionó bien el portero visitante pues Higinio estaba con la caña preparada.

La grada, mojada por fuera pero contenta por dentro, despedía al equipo con aplausos porque estaba disfrutando, y mucho, del juego y del resultado.

segunda parte. Ziganda movía ficha en el descanso, quitaba al joven central  Anglada para meter a Sielva en el centro del campo, retrasando la posición de Timor. El Huesca salió con la clara intención de dominar la pelota pero el Alba mantenía una gran disposición táctica, se defendía con mucho orden y sabía meter en apuros al Huesca porque  no hay mejor manera que defender un resultado que  teniendo el balón y metiendo al rival en su campo.

La grada disfrutaba, aplaudía, animaba, feliz por ver al Albacete ofreciendo un buen juego frente a un rival de enjundia como el Huesca. Si Albés quería ver el comportamiento de sus jugadores ante un equipo llamado a estar arriba, su equipo estaba aprobando con muy buena nota, aunque cualquier despiste era aprovechado por el Huesca para generar peligro en rápidos contragolpes. 

Tras una jugada en el área del Albacete que acabó en córner Boyomo recibía una tarjeta amarilla por protestar. El colegiado Cordero Vega era avisado por el VAR y revisaba la acción en el monitor del campo, donde pudo ver como Pulido propinaba un mordisco al central del Albacete. Pulido era expulsado con roja directa en el minuto 60 y el partido se ponía un poco más de cara para el equipo manchego.

En el minuto 81 Mesa hacía un inoportuno penalti sobre Escriche. Juan Carlos lanzaba y Bernabé atajaba ante el delirio de la grada, pero el VAR vio que se había adelantado y mandó repetir. Ahí no falló Juan Carlos y el Huesca empató. Pero en un largo añadido, la fe del Alba y un gol de Olaetxea dio una victoria totalmente merecida.