Paco Mora

Paco Mora


Combaten a Putin con trastos viejos

28/01/2023

«¡Niño, saca del trastero la bicicleta del abuelo, tu patinete y tus tirachinas, que hay que mandarlos a Ucrania!», dice la abuelita mientras da la vuelta a la tortilla de patatas y le da una patada al gato que ronronea por la cocina. Y mientras, Putin, asustado por el diluvio de trastos viejos con que le amenazan las democracias occidentales, bombardea a los ucranianos. Aterrorizado está el pobre ante la reacción del occidente democrático, dispuesto a defender a Zelenski con chatarra y cachivaches.
El ataque ruso a Ucrania se ha convertido en una película de Charles Chaplin con sus gags tragicómicos, mientras los pobres ucranianos pasan toda clase de calamidades por el capricho de un enano sangriento y más loco que una cabra montesina. Al numerito de los tanques sacados de los trasteros de la historia no le falta, para mayor despropósito, más que ser arrastrados por una traílla de mulas cojas y escuálidas. Las carcajadas de Putin hacen eco chocando con los montes Urales.
¿Para qué les sirvió a las democracias occidentales unirse para acabar con dos locos fratricidas como el Fhurer alemán y el Duce italiano, si las generaciones que fuimos testigos y víctimas de sus tropelías, todavía hemos llegado a vivir como otro loco de signo contrario pone Europa patas arriba? La memoria histórica sólo ha servido para que quienes en la primera parte del siglo XX vivimos como niños aquella salvajada volvamos a vivir, ahora como viejos, otra criminal canallada igual o peor que aquella. Esta vez provocada por un enajenado mental para el que la Historia no es mater et magistra sino algo que él cree que puede modelar a su gusto y conveniencia. 
¿Alguien puede creer que mandando un puñado de trastos viejos al escenario de la guerra asustarán a Putin? Que se lo pregunten a los niños y ancianos ucranianos que mueren de hambre y de frío bajo la lluvia de fuego.