Francisco J. Martínez

CARTA DEL DIRECTOR

Francisco J. Martínez


Incongruencia estatal

12/02/2023

La semana ha sido prolífica en leyes, pero también en incongruencias. Se recordará esta semana por la aprobación de la nueva Ley de Bienestar Animal por parte del Gobierno, junto con sus socios, Unidas Podemos. Aquellos mismos que declararon que no sacarían adelante esta ley si no se aprobaba según entraba al Congreso en un alarde de democracia plena -ironía-. Pues bien, la ley se aprobó con la excepción de los perros de caza, una modificación introducida por el PSOE a raíz de las presiones de sus barones regionales, incluido Emiliano García-Page, que vaticinaban una sangría de votos en la cita de mayo. Pues bien, aún esperamos la dimisión de Sergio Torres, director general de los Derechos de los Animales, dependiente del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, quien aseguró que retiraría la ley si había cambios y él mismo dimitiría. Nadie espera su marcha, porque no se le conoce ni oficio ni beneficio.
El drama en sí de la Ley de Bienestar Animal es que considera a todos los animales como animales de compañía, por lo que si a usted que se cuela alguna rata en su casa o, lo que es más habitual, un mosquito, no podrá matarlo a escobazos, porque se enfrentará a una multa considerable, e incluso a penas de cárcel si algún animalista exacerbado, del tipo de esos que dicen que «les gallines son violadas por les galles», le sorprende. 
Es el mundo al revés, donde vale más la vida de un caniche que la de un niño en gestación, porque con el revuelo de la Ley de Bienestar Animal, pásó de puntillas que el Tribunal Constitucional rechazó el recurso a la ley de plazos del aborto, promulgada por José Luis Rodríguez Zapatero, pero es que eso no es tan importante como la humanización del caniche. Ver para creer...