El jurado de los premios Tiflos de Literatura 2022, convocados por la ONCE, distinguió con el primer premio en la modalidad de poesía al albacetense Antonio Rodríguez Jiménez, por Bailando en la azotea. El escritor comentó a La Tribuna de Albacete sus sensaciones ante la obtención de este premio, en su trigésimo sexta edición.

Un premio importante... 

Así es, se trata del premio Triflos de Poesía, que convoca la Fundación ONCE, en concreto el de Poesía desde hace 36 años y está muy consolidado a nivel nacional. Lo ha ganado gente muy importante y también se convoca en otras modalidades, categoría general y para invidentes. Yo he ganado el premio de Poesía Triflos, en la categoría general, y estoy muy contento, porque es un premio  que tiene mucho prestigio.

¿Premio en metálico y publicación de la obra?

Exacto, la publicación es en la editorial Renacimiento, una de las más importantes de poesía en España y un premio en metálico, claro. 

¿Por qué decidió participar en estos premios?

Por el prestigio que tienen, por lo importante que son. Es un premio complicado, porque solo en mi categoría se presentaron 725 libros, de autores consolidados en su gran mayoría, con trayectoria. Aunque es bajo plica, en todas las ediciones hay poetas destacados.  

¿Ya se había presentado en otras convocatorias?

No, era la primera vez. 

¿Un poemario escrito para este certamen?

No, es un poemario que ya tenía escrito y se ajustaba a las bases. Bailando en la azotea  es una obra con unos 30 poemas, aproximadamente.  

¿Escrito tras el confinamiento de la pandemia?

Sí, está escrito en los dos últimos años. Tengo otro poemario anterior, publicado en 2020, que es el que habla de la pandemia. En este caso, Bailando en la azotea está dividido en tres partes. En la primera parte hay cierta crítica social, con humor e ironía; en la segunda, hablo sobre el poeta y la poesía, y la última parte es más intimista, con un tono más reflexivo, hablo de las emociones.

¿En la línea de su poesía o en este paso rompe el esquema?

No, es difícil romper el esquema de lo que uno hace. Los temas son similares, también la forma. El poemario es más próximo a la esencia de la tradición,  avanzo más en la sencillez y te diría que  la poesía es más cercana. 

¿Verso libre?

Sí, versos medidos, porque siempre intento que la poesía tenga algo que la caracterice y darle un poco de musicalidad, pero libre. 

¿Cuándo estará la obra en las librerías?

Bueno, ahora comienza el proceso de edición del poemario. Ya estoy en contacto con la editorial Renacimiento y el premio está previsto que se entregue más o menos a finales de mayo, porque según las bases tiene que entregarse antes de que acabe el mes de junio, pero el proceso va con cierto adelanto, así que se estima que sea a finales de mayo y se realice la entrega de premios en la sede de la Fundación ONCE en Madrid, con la presencia de todos los premiados y, si no ocurre nada, para esas fechas estará lista la edición, es lo previsto. 

¿Tiene intención de presentarlo también en Albacete?

Esa es la idea. Me gustaría hacer una presentación en Albacete, en mi ciudad, con mis amigos y tendremos que perfilarlo en los próximos meses. Espero hacerlo así, porque la verdad es que me apetece. 

¿Qué se plantea ahora?

De momento, descansar y seguir con el día a día. Siempre viene bien un parón después de terminar un poemario. Claro, sigo pensando en nuevos proyectos, pero con calma, sin prisas. 

¿Dos años para una obra?

Afortunadamente, en los últimos tiempos ha venido siendo así, pero no me pongo plazos. No ha habido parones ni crisis de escritura, pero nunca se sabe. Cuando uno está preparado, con las ideas que merecen la pena, inicia la escritura de una nueva obra, pero si no es así, a esperar. 

Seguro que toma notas.

Efectivamente, el trabajo constante forma parte de la poesía también. Tienes que acumular experiencias e ir reseñando algunas cosas para luego darles forma.