Un proyecto solidario 'cose' 20.000 mascarillas y 350 batas

Redacción
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Un centenar de mujeres costureras voluntarias de Pozohondo, Barrax, Pozo Cañada y Peñas de San Pedro confeccionaron medios protectores para ser repartidos en centros sociosanitarios.

Algunas de las personas que se sumaron al proyecto. - Foto: Cowest

La pandemia está movilizando a la población para buscar soluciones a problemas como la falta de material protector para la población. Y entre estas iniciativas llama la atención un proyecto promovido por mujeres rurales especialistas en confeccionar las prendas que durante más de 40 años hemos llevado, vestido.
Ahora, decenas de profesionales de la costura se han unido por una buena causa: elaborar mascarillas y batas protectoras para afrontar la crisis del Covid-19 con una de las mejores armas que poseen: sus máquinas de coser.
Este proyecto se ha hecho eco de la solidaridad en el entorno rural, de las mujeres -y hombres, por supuesto- que trabajaron en la industria textil desde los setenta en la España vaciada y que -debido a la globalización-, ha desaparecido.  Hay que recordar que la actividad industrial rural del sector textil en Castilla-La Mancha generó más de 250.000 puestos de trabajo, lo que llevó, sin duda alguna, economía y bienestar a nuestra región y a sus pueblos, decenas de localidades que encontraron en este sector una mina.

Esta red solidaria iniciada por la firma Cowest comenzó por el préstamo de sus máquinas de coser para confeccionar mascarillas y que, continuando con esta iniciativa  -coordinada con los ayuntamientos de Pozohondo, Barrax, Pozo Cañada y Peñas de San Pedro-, que se desarrolló desde que se declarara el Estado de Alarma, terminó en una cadena de producción solidaria para ayudar a frenar esta pandemia.
A este reguero de solidaridad se sumaron otras empresas, como la barrajeña Confecciones García Aparicio, Sabicol Colchones de Ossa de Montiel y Transforlaser y Lavantri de Albacete, creando así un equipo entre organizadores, costureras, empresas y voluntarios que colaboran con esta acción fraternal.

Una iniciativa que merece ser reconocida, puesto que al final se trata de un centenar costureras voluntarias de Pozohondo, Barrax, Pozo Cañada y Peñas de San Pedro que no cejaron en su empeño de confeccionar material protector. Su trabajo generó 20.000 mascarillas y 350 batas.

 

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