El PP lamenta que quieran acabar con la educación concertada

S. GALA
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El Partido Popular de Castilla-La Mancha no quiso dejar pasar la tarde de ayer para valorar lo que calificaron de «extraña comparecencia» del presidente regional, Emiliano García-Page, junto al secretario general de Podemos Castilla-La Mancha, José García Molina para presentar los presupuestos. Por ello, el portavoz y la presidenta del Grupo Parlamentario Popular, Francisco Cañizares y Ana Guarinos, convocaron de forma urgente a los medios de comunicación para preguntarse públicamente «¿En manos de quien estamos?» y lamentar que después de meses de retraso en la presentación de los presupuestos el presidente se presentara con un documento compuesto por no más de tres folios y que presentara como las soluciones para Castilla-La Mancha «acabar con el Concordato de la Santa Sede y con las escuelas concertadas, subir los impuestos y gobernar con un sectarismo y una confrontación que nada tienen que ver con las necesidades de los ciudadanos». Así lo expresó Cañizares, quien además destacó que se ha «constatado el bipartito» a pesar de que Page un día dice que los de Podemos son muy malos pero al día siguiente se dan «abrazos tremendos».

Asimismo, tanto Cañizares como Guarinos coincidieron en señalar el «odio visceral» que el jefe del Ejecutivo castellano-manchego tiene a la expresidenta María Dolores Cospedal, y de hecho la presidenta del Grupo Popular en las Cortes fue más allá y dijo que parece tener una «obsesión enfermiza» y estar «acomplejado» porque sabe que «Cospedal ha sido la mejor presidenta que ha tenido Castilla-La Mancha».

puntos conflictivos. El portavoz de los ‘populares’ en las Cortes quiso detenerse en varios puntos de lo anunciado ayer por Page y Molina, indicando que se van a producir más derivaciones a la sanidad privada este año que la media de derivaciones en los cuatro años de Gobierno de Cospedal. Asimismo, recalcó que será un presupuesto «mucho menos social», pues mientras que el Gobierno del PP destinaba el 85% a políticas sociales, el primer presupuesto del Gobierno socialista de Page no superará el 70% en gasto social.

Cañizares reiteró que «nos van a subir los impuestos a todos los ciudadanos» a pesar de que fue una condición indispensable que puso el PP para poder apoyar el proyecto, y tanto él como Guarinos dijeron que debería darle «vergüenza» hablar de deuda después de como dejaron el Gobierno en 2011.

«Hay quien dice que Page es un títere en manos de Podemos. Yo no sé quién será el títere, pero este teatrillo es bastante impresentable», manifestó el portavoz del PP, quien también afirmó que así «Page se convierte en una persona peligrosa».