Recuperar el tiempo

Javier D. Bazaga (SPC)
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Los expertos consideran necesario habilitar «circuitos de seguridad» para diagnosticar los casos de cáncer 'perdidos' estos últimos meses

La crisis del coronavirus ha alterado todos y cada uno de los aspectos de nuestras vidas. Y para aquellos que ya venían luchando alguna enfermedad, ha supuesto todo un reto añadido. Es el caso de las pacientes de cáncer de mama, en las que la pandemia ha generado aún más miedo y más inseguridad tanto en el diagnóstico como en el tratamiento. Una «incertidumbre emocional» que ha venido a desnivelar el equilibrio que se requiere para afrontar la enfermedad.

Frente a esta situación nueva, los expertos consideran necesario habilitar por un lado «circuitos de seguridad» en los hospitales para «recuperar» los diagnósticos que se han perdido en estos tres meses de pandemia y confinamiento, y por otro lado afrontar la situación con una redefinición de las necesidades generadas por esta crisis. Así se puso de manifiesto en el seminario virtual que organizó la Federación española de cáncer de mama (Fecma), con el apoyo institucional de la Sociedad española de oncología Médica (SEOM), y de la Sociedad española de psicología oncológica (SEPO), con la colaboración de los laboratorios Pfizer y Roche. Un seminario que puso de manifiesto la necesidad de avanzar una vez superada las necesidades de la pandemia que relegaron a un segundo plano algunas de las necesidades oncológicas de las pacientes.

El objetivo por tanto es que no se pierdan las oportunidades de diagnóstico ni de tratamiento, porque el agujero registrado en los diagnósticos en estos meses no significa que esta enfermedad haya desaparecido, como puntualizó el doctor Álvaro Rodríguez-Lescure, que incidió en los nuevos protocolos de tratamiento y la reorganización de los servicios médicos. «Los recursos se han detenido y desviado, y puede haber retrasos» en el diagnóstico, pero rechaza que pueda haber incidencia en la supervivencia, «será mínimo».

No obstante, y ante la promoción de los nuevos canales de comunicación con los pacientes, como las consultas telefónicas o virtuales, Rodríguez-Lescure advierte que «hay consultas que no se pueden hacer por teléfono». El representante de la SEOM apunta que «comunicar una evolución negativa por teléfono no es ético. Es una basura, eso no es medicina», por lo que limita el uso de estos canales para otro tipo de consultas.

La psicología como aliada

La doctora Carmen Meseguer, representante de la SEPO, habló por su parte sobre la adaptación, desde el punto de vista emocional, a los cambios que se puedan generar a partir de esta crisis sanitaria para poder manejar la inseguridad que estos pueden generar en los pacientes oncológicos. Un reto ante el que recomendó no malgastar esfuerzos en tratar de volver a la situación anterior a la irrupción del coronavirus, porque puede resultar frustrante. En cambio, animó a «bailar al son de la nueva música, de la nueva realidad», y adaptar nuestros hábitos para convivir con esta etapa.