La programación AB septiembre 21 se cerró ayer con el espectáculo piromusical de la Banda Sinfónica Municipal de Albacete, dirigida por su titular Miguel Vidagany Gil, junto el Templete del Paseo de la Cuba, para que los músicos pudiesen guardar las distancias que marca la normativa, con sillas a disposición del público.
Un concierto muy especial, aunque en formato algo más reducido al que la ciudadanía está acostumbrada para despedir la Feria, como ocurrió en 2019, ya que el año pasado, lamentablemente no pudo celebrarse.
La agrupación albacetense sí que dio muestras ayer del dominio del repertorio y la sincronía con los fuegos de artificio, que ejecutados por Pirotecnia Sánchez, con unos 200 kilogramos de pólvora, iluminaron el cielo de la capital.
En cuanto al programa, la agrupación albacetense, con invitados de lujo, interpretó, el vals El Bello Danubio Azul, de Johann Strauss; el pasodoble La Kermés de las Vistillas, José María Martín Domingo; El Baile de Luis Alonso, zarzuela de Gerónimo Giménez; Hallelujah, la famosa canción de Leonard Cohen, con la colaboración especial de Elisabet Culebras; Libre, el conocido tema que hizo famoso Nino Bravo, con la adaptación que Germán Scasso hizo para el programa Toca la Banda; y para finalizar interpretaron el O Fortuna, de la cantata Carmina Burana, de Carl Orff, con un público que volvió a responder a la llamada de la Banda Sinfónica Municipal y que disfrutó del repertorio y los fuegos.
El director de la Banda Sinfónica Municipal de Albacete, Miguel Vidagany, confirmó que vivimos una cita importante, «porque el año pasado no pudo ser, pero este sí, no en el mismo formato, porque tuvimos que cambiar algunas cosas y hacerlo algo más reducido, algo más de 30 minutos, pero muy bien, como señal de que, poco a poco, volvemos a la normalidad y el año que viene pueda ser como siempre, que es lo que todos deseamos».
Todos los públicos. El programa apuntó el titular de la agrupación, «creo que para todos los públicos, es nuestro objetivo siempre, partiendo de El Bello Danubio Azul, el vals de los valses, un pasodoble de ambiente madrileño, El baile de Luis Alonso y después pasamos al Hallelujah, de Cohen, con la colaboración especial de Elisabet Culebras y el Libre, con esa versión libre, valga la redundancia, en cuanto a la letra, que adaptó Germán Secasso, para cerrar con el O Fortuna, optamos por lo dispar, pero esa es la idea, que el público disfrute y que el pirotécnico tuviese recursos, con piezas conocidas e incluimos estas dos que ya hicimos en el Toca la Banda con gran éxito».
La Banda Sinfónica Municipal de Albacete, que cerró brillantemente con este piromusical, ha tenido estos días una destacada participación en los actos festivos, ya desde la Fiesta del Pasodoble, en el Recinto Ferial, el día 8, así que, confirmó Miguel Vidagany, «hemos tenido bastante trabajo, como siempre, no hemos hecho pasacalles pero sí en el traslado de la Virgen hasta el Ayuntamiento y el Homenaje a Nino Bravo, con Serafín Zubiri, que se tenía que hacer en el Recinto, con más capacidad, por miedo a la lluvia se trasladó al Auditorio Municipal y mucha gente no pudo asistir. Es una lástima, veremos si podemos repetirlo el año que viene o en otro momento, porque fue espectacular».
Ahora, valoró el director de la agrupación, toca volver a la normalidad, «aunque la semana que viene nos quedan dos conciertos para poner punto final al proyecto de los barrios y después, eso la normalidad, montar conciertos como podamos para la temporada, a partir de octubre».