Muchas petroleras premian la fidelidad de sus clientes con descuentos de 0,10 y 0,15 céntimos por litro de carburante. Una rebaja que asumen en un primer momento las estaciones de servicio y a la que ahora se suman los 0,20 céntimos por libro de combustible subvencionado por el Gobierno estatal.

Una cantidad a adelantar que las pequeñas y medianas gasolineras «no pueden asumir», por lo que mucha de ellas «se pueden ver obligadas a cerrar» si Hacienda no devuelve estos anticipos antes de Semana Santa. Así lo advertía ayer el vicepresidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Estaciones de Servicio (Apees) de Albacete, Ignacio Sotos, que consideró que el sector se está «arruinando lentamente» y que el adelanto de este descuento de 0,20 céntimos por litro «ha creado mucho malestar entre los gasolineros», especialmente en aquellos que tienen pequeños negocios en el medio rural. «Si no llegan los pagos con celeridad, para los pequeños gasolineros será imposible resistir», insiste Ignacio Sotos.

A lo largo del fin de semana se pudieron observar colas de vehículos en algunas gasolineras, fundamentalmente en aquellas que no pudieron resolver los problemas técnicos que generó la entrada en vigor de esta medida. Incluso, según el vicepresidente de Apees, «hay que los tuvo que aplicar en un ticket escrito con lápiz».

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