«No podemos dejar de danzar, está en nuestras células»

A.D
-

Pilar Arteseros tiene hoy, a las 20 horas, la segunda actuación con el Ballet Nacional de España (BNE) en el Teatro Circo.La bailarina comentó a La Tribuna de Albacete sus sensaciones ante este reencuentro con su tierra y con la temporada

«No podemos dejar de danzar, está en nuestras células» - Foto: Rubén Serrallé

Pilar Arteseros tiene hoy, a las 20 horas, la segunda actuación con el Ballet Nacional de España (BNE) en el Teatro Circo.La bailarina comentó a La Tribuna de Albacete sus sensaciones ante este reencuentro con su tierra y con la temporada, con un programa, Invocación, diseñado por el director Rubén Olmo. 

¿Qué supone para usted este reencuentro con su tierra desde las filas del Ballet Nacional de España?

Pues supone una gran emoción desde que llegué el miércoles, es un orgullo muy grande, porque es aquí donde comencé mis estudios de danza; con mi ilusión y mi sueño que era ser bailarina del Ballet Nacional de España, desde que era pequeña y venir al Teatro Circo con el BNE, no sé, orgullo y emoción a la vez. También emoción por mi familia, por todo lo que ellos han luchado, porque siempre la familia nos apoya, es gracias a ellos por lo que soy bailarina, y poder bailar en tu tierra, es una enorme satisfacción. Además, en el Teatro Circo, que es precioso, porque la anterior vez que vine con el Ballet Nacional de España fue al Palacio de Congresos.  

Además, es especial porque tuvieron que parar en marzo...

Eso es, tuvimos que parar la temporada en marzo y ahora estamos viviendo al día. El lunes nos hicieron pruebas serológicas y, claro una está deseando no estar contagiada para poder hacer su trabajo, entonces estamos con el corazón en vilo, pero creo que nos pasa a todos, con la pandemia que estamos viviendo, que te sitúa en el presente. Es maravilloso poder estar aquí.  

El mundo de la cultura, paga un precio enorme también con esta pandemia, aunque se ponen todos los medios...

Eso es, es un placer venir al teatro, pero no se considera una prioridad, entonces es lo primero que cae. Es una pena, porque también muchas personas iban a venir desde Alicante, donde yo estudié, desde Valencia, y han tenido que anularlo. Por lo menos estamos aquí, que es la mayor felicidad que tengo.  

Es portada de Cuatro Estaciones, la revista de Cultural Albacete.

Sí, me ha hecho muchísima ilusión, ya me la han enviado, muy feliz.  

¿Cuándo llegó al BNE?

Entré como bailarina, en el cuerpo de baile en 2012. 

¿En qué piezas interviene de este programa que eligió Rubén Olmo para este reestreno?

El programa es maravilloso y las piezas que bailo son Invocación bolera, que es con la que abrimos, y Eterna Iberia, con la que cerramos la primera parte.  

¿Qué es lo que más le gusta bailar?

Me gusta la danza española, en general, absolutamente todo,  y cada estilo me produce una sensación distinta, me costaría mucho elegir. Es verdad que la danza estilizada es lo que más he bailado, pero no podría escoger, porque me apasiona la danza española y la verdad es que cada pieza me produce unas sensaciones distintas. La danza clásica también, lo que pasa es que la estudié menos, de chiquita. 

¿Dónde comenzó?

Comencé en la Escuela de Danza Charo de Lara con cuatro años, antes con tres, bailaba todo lo que me dejaban. Fui al Conservatorio de Diputación y también estuve en el Liceo Arturo Moya. 

Un trabajo, el suyo, que exige plena dedicación y cuidados.

Hay que cuidarse mucho, incluso en vacaciones seguir con los entrenamientos, es duro, pero como es nuestra pasión, compensa. La balanza va claramente a lo positivo, lo que te da es mucho más que lo que te quita. 

Durante el confinamiento tuve una lesión e hizo falta rehabilitación y entrenamientos para evitar lesiones a la vuelta.  

¿Recomendaría a los niños los estudios de danza?

Por supuesto. No podemos dejar de danzar, es tan importante, tan enriquecedor, lo hemos hecho siempre, todo el mundo, está en nuestras células. Claro que animo a todo el mundo a que dance, para el alma, para tu vida, para tu cuerpo, solo aporta cosas positivas. El Ballet Nacional de España tiene una vertiente pedagógica. ¿Participa usted?

Sí, también he participado en algunos encuentros.  

¿Visita Albacete para impartir alguna clase?

Sí, he dado algunas clases magistrales y muy feliz de hacerlo. Ves a esos niños ilusionados y recuerdas la ilusión que tú tenías, por ejemplo, cuando vino Álvaro Galiacho, que fue bailarín del Ballet Nacional de España, o con Maite Piqueras también. Aunque ahora estoy más implicada como intérprete, me encanta la docencia, es enriquecedora. 

¿Cuáles son sus planes?

Seguir en el Ballet Nacional de España, dando el máximo de mí, disfrutando de la dirección de Rubén Olmo, porque con todo esto que nos ha pasado, lo hemos podido disfrutar poquito. Hay muchos proyectos en el Ballet Nacional y muchas ganas de poder defenderlos de la mejor manera posible. 

También estoy estudiando primer curso de Pedagogía de la Danza, he dado el paso este año, para hacerlo de una manera tranquila, porque estamos comenzando todo.