El Albacete perdió en casa, ante un Belmonte abarrotado y frente a un Granada letal en su línea ofensiva. Los visitantes supieron manejar mejor el partido que los locales, cuya fe no fue suficiente para sumar algún punto.

El Granada entró mejor en el partido y mandó ante un Albacete dubitativo, como abrumado y, sobre todo, con la sensación de no estar bien colocado ante los envites de un rival mucho más incisivo.

Ya a los seis minutos tuvo que sacar Olaetxea bajo palos un remate acrobático de Uzuni en jugada ensayada en un córner. Tardó casi 20 minutos en pisar el Albacete el área del Granada y era otra vez Uzuni el que en un saque largo de su portero intentaba sorprender a un adelantado Bernabé, saliendo el balón alto por muy poco. A la tercera fue la vencida, tras una larga galopada de Ricard Sánchez en la que le ganó la partida a Julio Alonso, su centro al primer palo fue cazado por Uzuni, que le robó la cartera a un inocente Glauder para hacer el 0-1. El Granada estaba siendo mejor y así lo mostraba el marcador.

Quedaban 15 minutos de la primera mitad y el Alba espabiló y mostró su mejor cara, pero no encontró el camino del gol, aunque Higinio lo intentó en una contra y se encontró con el portero del Granada. Un remate de Glauder tras un córner sacado en corto era detenido con una gran mano por Raúl Fernández, aunque el línea tenía la bandera levantada. De haber sido gol tendría que haber intervenido el VAR porque no estaba clara la posición antirreglamentaria.

En la segunda parte el Alba no terminaba de coger el aire al partido y un mal despeje de Bernabé a punto cuesta un gran disgusto. Ros entraba por un desacertado Fran Álvarez, sustituto del sancionado Maikel Mesa y muy perdido durante todo el encuentro. El Granada sacó petróleo a su enorme potencial ofensivo y el continuo desajuste en la defensa manchega, con un pase de Uzuni que aprovechó Ricard para hacer el 0-2.

Albés cambió el dibujo, sacó a Juanma por Glauder, pasando a jugar un 4-4-2 y pronto cambió el cuento con un pase mágico de Fuster para Higinio que el delantero de Calasparra no desaprovechó, despertando a un Belmonte desactivado tras el 0-2. La grada empezó a empujar al equipo, que buscaba el empate mientras el Granada solo se preocupaba de perder tiempo.

Poco se jugó en la recta final y el árbitro solo añadió cinco minutos

En el último, Riki centró y Olaetxea tuvo el empate en su cabeza pero no conectó bien, el balón se fue fuera y el partido acabó con la victoria del Granada.