El de abril, Domingo de Ramos, Albacete contará con un nuevo matador de toros en su nómina, que será el número 69, desde que Mancheguito en 1895, se doctorara en Tauromaquia y abriese la historia de los diestros albacetenses. Cristian Pérez, será investido como matador de toros en la plaza de su tierra natal, Hellín, de manos del granadino David Fandila El Fandi, y como testigo oficiará el albacetense Sergio Serrano.

Cristián se encuentra en plena preparación para ese día importante en todos los toreros, de la mano de su nuevo apoderado, el matador murciano Alfonso Romero. La Tribuna de Albacete ha conversado con el joven diestro, quien se ha mostrado ilusionado y feliz ante este acontecimiento que tendrá lugar ante sus paisanos.

«La plaza de Hellín es un sitio muy especial para mí, allí cogí una muleta por primera vez y donde empecé a querer ser torero. He ido toreando bastante gracias a Dios y creo que tengo el bagaje suficiente para pasar al escalafón de matador de toros, aunque claro está, que me queda mucho por crecer y madurar, pero estoy con mucha ilusión que es lo más importante».

Una carrera como novillero en la que se ha tenido que enfrentar a ganaderías exigentes. «He matado todo tipo de encastes y la mayoría de ganaderías de las llamadas duras, pero a la vez estoy muy agradecido a ese tipo de novilladas que son las que me han hecho labrarme mi camino y llegar a este día tan especial como es el de mi alternativa, con la preparación necesaria, además si no hubiese matado esos novillos, no habría podido entrar en ese tipo de ferias. La de mi alternativa, Miranda y Moreno, es una ganadería que nos tiene ilusionados y a la que le tenemos mucha fe, ya que está en un buen momento y creo que pueden saltar toros importantes para poder expresarnos y que la gente salga hablando bien de los toreros».

La Semana Santa son días muy especiales en Hellín, sin duda la mayor celebración de la ciudad. «En Hellín vivimos la Semana Santa de forma muy intensa, lo que aumenta la ilusión por el día, el momento y el significado que tiene para mí, porque es lo que uno sueña desde que coge una muleta por primera vez, pero cuando cumpla ese sueño, mis ilusiones y mis metas serán otras. No se trata de un fin, sino de un comienzo, ya que a partir de ese día hay que poner la cuenta a cero ya que se impone la realidad, pero con lucha y constancia habrá que labrar, junto a mi apoderado, una nueva etapa ilusionante».

Una buena labor de Alfonso Romero en tan poco tiempo. «No ha sido fácil pero con trabajo y constancia están saliendo las cosas y puede ser el principio de una temporada bonita, dando motivos en la plaza pues el apoderado me abre una ventana y yo tengo que abrir la puerta o tirar la puerta abajo que sería más contundente y se pondrían las cosas mucho más fáciles, dentro de las dificultades que tiene esta profesión».

Crecimiento. Sale en la conversación la figura de Alfonso Romero. «Ahora que estamos cogiendo confianza, está surgiendo una compenetración buena, aportándome muchas cosas que me vienen fenomenal, que me faltaban, porque la gente me conoce como torero y estamos intentando dar una vuelta de tuerca más para que me vean más reposado, con más gusto y que puedan verme como un torero que está creciendo y que todavía no he tocado techo».

Intenso entrenamiento el que está llevando a cabo. «Estamos sin parar en la finca del maestro, y me ha echado la bronca para que te cogiera la llamada (risas), porque soy muy despistado con lo del teléfono y estoy casi todas las horas con los trastos en la mano. Vamos a ir al campo en estas semanas que quedan, para llegar muy preparado a la alternativa, trabajando, corrigiendo, campo y hablando mucho de toros, que también se aprende mucho de una persona con su experiencia y sus vivencias. Espero seguir creciendo a su lado, ya que así ha sido con todos los que ha apoderado y no quiero ser yo distinto, por el bien mío y de los aficionados que vean un torero, como decía antes, que va a más y que ha ganado en gusto, en poso y sobre todo que ilusione».

Estas últimas temporadas hemos visto a un Cristian Pérez mas poderoso y serio. «Cuando uno empieza todo son ganas y pegar pases, y poco apoco te das cuenta que tienes que sentir aquello, llevar la embestida amarrada, con poder, creciendo cada año un poco más. Alfonso me está sacando cosas que pensaba no tenía y me está puliendo, cosas que están saliendo en el campo, por lo que me verán cosas que antes no veían la próxima vez que me vean en la plaza».