El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Comandancia de Albacete arrestó o investigó el pasado año a 67 personas, lo que implica un descenso del 8,21% con respecto a 2019, cuando los detenidos fueron 73.

Los delitos medioambientales más comunes fueron los relativos a incendios forestales, edificaciones ilegales, contra la flora, la fauna y los animales domésticos y contra los recursos naturales y el medio ambiente. Los agentes también actuaron frente a delitos no relacionados con el medio ambiente, como los  de desobediencia (por incumplimiento medidas relativas al confinamiento del estado de alarma), delitos relativos al mercado y a los consumidores, falsedad documental, estafa y apropiación indebida.

En total en 2020, se han instruido diligencias por la comisión de 51 delitos, frente a las 60 diligencias abiertas en 2019, lo que se traduce en un descenso del 15%, que podría estar relacionado con la pandemia y las restricciones derivadas de la misma que, en general, hicieron descender la mayor parte de los delitos el año pasado.

En concreto, de los 51 delitos destacan los 17 que hubo por incendios forestales, los 16 contra la flora, la fauna y los animales domésticos o los cinco contra la ordenación del territorio.

En cuanto al nivel de esclarecimiento de los delitos es del 86,2%, ya que de los 51 delitos denunciados se resolvieron 44.

Con estas cifras, el jefe del Seprona de Albacete, José Ángel Rozalén, valoraba positivamente el año, puesto que se contabilizaron nueve delitos menos y se resolvieron más. «Los delitos se han reducido y el esclarecimiento de los mismos ha crecido un 16%, lo cual se valora muy positivamente».

Entre las actuaciones más importantes del año, Rozalén destacaba varias. «La investigación de seis personas por la comisión de un delito contra la ordenación del territorio y el urbanismo, ocurrido en la Comarca de Hellín, la investigación de una persona por la posesión de especímenes Cites (lémures) sin acreditar su legal tenencia, la detención de siete personas por dos delitos de caza furtiva con galgos, y el arresto de una persona autora de un delito de incendio forestal intencionado en el paraje Las Mariquillas de Albacete». 

En descenso. Aunque delitos como los que se producen contra la ordenación del territorio se mantienen más o menos estables con respecto a otros años, ya que cuando crecen es «en épocas de bonanza económica, por ejemplo con la construcción de casas de campo no vinculadas a explotaciones agrícolas», hay otros que han descendido en estos tiempos de pandemia. «Debido al esfuerzo realizado por el Seprona para la lucha contra el furtivismo de caza con perros galgo, así como para erradicar la captura de fringílidos (verderones, jilgueros, etcétera, especies muy apreciadas por su canto, cuya práctica está muy arraigada en el Levante), estos delitos están disminuyendo paulatinamente». 

Por otra parte, también ha experimentado un descenso en los últimos años, el uso de venenos en el medio natural, debido a la concienciación de la población en la no utilización de estos productos contra las alimañas, y por las periódicas inspecciones que se realizan junto a los agentes medioambientales en los cotos de caza?.

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