Paco Mora

Paco Mora


La insolidaridad de los países ricos

04/03/2023

La política está enseñando su auténtico rostro. Pero no sólo la española. La mundial vive hoy un ejemplo sangrante de su incapacidad manifiesta con el criminal ataque de Rusia a Ucrania, que ya ha rebasado el año, aunque los «expertos» se hartaron de decir que aquello era cuestión de días. El argumento de la película recuerda mucho a aquella historieta de nuestra infancia titulada Gulliver en el país de los pigmeos. 
El egocentrismo de las grandes potencias al respecto es sangrante. Porque, vamos a decirlo claro y sin rodeos: Si las grandes potencias orientales y occidentales hubieran querido mojarse el culo, aunque fuera someramente, la chulería sangrienta de Putin habría durado menos de lo que se tarda en contarla. Pero, claro, mientras los golpes los reciban los más humildes, que no tienen otro remedio que aguantar como Dios les da a entender, a las grandes potencias les sale más a cuenta aplicar aquello de «ladran, luego cabalgamos».
Y, repito; lo que nos decían que sería cuestión de días ya ha rebasado el año y el enano bolchevique continúa con su hombrada. Eso sí, las potencias occidentales le envían a Zelenski aviones que no vuelan, tanques que no ruedan, fusiles sin gatillo y demás chatarra, queriendo vestir un santo que sigue caminando como Dios le da a entender en pelota picada. Lo de Ucrania les ha destapado el trasero a los países ricos y poderosos. El mundo entero se está dando cuenta de que aquí cada uno va a lo suyo y el que más pueda... capador.
Está visto y comprobado que las guerras sólo les salen a cuenta a los países ricos, sobre todo si las agresiones bélicas las soportan países a los que hay poco que sacarles. ¡Ay si Ucrania fuera rica en yacimientos petrolíferos, en minas de oro o de diamantes…! Putin haría ya muchos meses que se estaría lamiendo las heridas.