«Todos ponen su talento al servicio del grupo»

Juan Carrizo
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Abraham Carrión, entrenador del BSR Amiab, asegura que «no hay tiempo de celebración porque el sábado viene el CD Ilunion y ganar nos dejaría el título de liga en la mano»

El técnico Abraham Carrión le da instrucciones a Lee Manning. - Foto: Arturo Pérez

El Pabellón Lepanto vivió un espectacular torneo de cuartos de final de la Champions Cup de baloncesto en silla de ruedas. El BSR Amiab ganó sus tres partidos y se clasificó como primero de grupo para la Final Four que se jugará en mayo en Rotterdam (Países Bajos).

El encuentro final contra el RSV Lahn-Dill fue de los que hacen afición, con un cuatro alemán dominador de la primera parte y un BSR Amiab que fue capaz de darle la vuelta al partido y hacerse con la victoria ante el delirio de un Pabellón Lepanto totalmente abarrotado.

Pero para el BSR Amiab no ha habido tiempo de celebración, ya que este sábado vuelve la División de Honor y visita Lepanto el CD Ilunion, segundo clasificado, por lo que un triunfo para el cuadro de Abraham Carrión dejaría la liga sentenciada. «Ganar dejaría la liga en nuestras manos. Quedarían tres partidos y tendríamos que perder los tres. Para nosotros es un nuevo desafío, sin tiempo para el descanso, pero otra oportunidad para seguir creciendo».

El técnico jerezano del equipo albacetense estaba muy satisfecho con el torneo de Champions realizado por su equipo y dijo a este diario que «de la forma en la que se ganó nos deja muchas sensaciones positivas», resaltando que «el equipo estuvo muy concentrado durante los tres partidos y eso no es fácil».

Indicó Carrión que «en el primer partido, con el marcador favorable desde el primer momento, la gente siguió trabajando, sin relajarse». Sobre el segundo contra Galatasaray «teníamos claro que iba a ser muy duro, por la defensa que suele plantear el equipo turco, metiendo silla y con muchas protestas; nos costó pero lo sacamos adelante».

El tercero y definitivo midió al actual campeón de Europa, el BSR Amiab, y al club con más títulos continentales, el RSV Lahn-Dill. «Cuando se enfrentan dos equipos con tanto talento a veces el rival se impone sobre el tuyo, aunque tengas un gran equipo. Pero lo que nos diferencia de los demás es la fe que tenemos, la ganas de ganar, las ganas de no querer perder», dijo Abraham Carrión.

El partido se ganó a través de la defensa y el gran nivel físico mostrado por los jugadores del Amiab. «Su porcentaje de acierto en los primeros cuartos era demoledor. Nuestro partido no era malo en ataque, estábamos en nuestro promedio habitual de 20 puntos por cuarto, pero no era suficiente para el día que tenían los alemanes, pero nos pudimos levantar del golpe».

El técnico explicó que «nos jugamos la baza de la defensa, había que ganar el partido desde atrás y por suerte tenemos gente muy buena defendiendo y con un espíritu de sacrificio espectacular».

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