Homenaje a los libreros

Antonio Díaz
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Biblioteca Añil publica un libro fundamental para conocer la historia de las librerías en la región, desde las primitivasde finales del siglo XIX o el primer tercio del siglo XX, a las más actuales, también centradas en la difusión cultural

Alfonso G. Calero, durante la presentación del libro. - Foto: Arturo Pérez

Biblioteca Añil, de Almud Ediciones de Castilla-La Mancha, acaba de publicar una obra fundamental para conocer la historia y la cultura regional, Librerías de Castilla-La Mancha. Ayer y hoy, coordinada por Isidro Sánchez, José Rivero y Alfonso G. Calero, que destacó la importancia de estos establecimientos que, generalmente, trascienden la mera imagen de negocio.

Alfonso G. Calero comentó a La Tribuna de Albacete que este libro «es un homenaje a los libreros, a los que todavía subsisten y a los que han existido, aunque es verdad que este libro esta pensado para la gente a la que le gustan las cosas relacionadas con el mundo del libro, es una obra que tiene su interés».

Destacó el coordinador que «lo que hemos hecho, a través de crónicas, de 15 autores es, en capitales de provincia y otras localidades, historiar los inicios de las librerías, cómo comenzaron en el siglo XIX, en general vinculadas a la venta de periódicos e imprentas y luego, analizar cómo han ido evolucionando, también durante el franquismo y posteriormente, con el fenómeno más sustancial, en la transición a la democracia y cómo se convirtieron en algo más que una tienda para vender libros,  porque también eran centros que intentaban irradiar una actividad cultural. Se notó mucho en Albacete con Librería Popular o en Toledo con la librería Fuenteovejuna, Hojablanca, también en Ciudad Real, con Oretum, Guadiana o Tartessos. Organizaban actividades,  presentaciones de libros o exposiciones, eran núcleo de reunión de la gente que se movía  e intentaba cambiar el panorama de los últimos años del franquismo».

Es un estudio que en Albacete realizó Concha Vázquez Sánchez, profesora de Lengua y Literatura, «que es amiga nuestra desde que comenzamos con la editorial y se ha dedicado al capítulo de Albacete capital, luego, el de Almansa es de Jesús Gómez Cortés, también profesor de instituto, vinculado al Instituto de Estudios Albacetenses», destacó el coordinador.

«Lo que han hecho Concha Vázquez es un recorrido por las librerías, desde las más antiguas, Biblos o Cervantes, Herso, Los Picos, El Maestro, Noé Garrido o Delta y se detiene en Librería Popular, porque hay mucha información, una de las más importantes. Incluso habla de las más modernas, alguna muy fugaz, como Tesis, también galería de exposiciones, vinculada al movimiento feminista, que duró poco, la librería El Joven, y luego, las más actuales, que están en otra dinámica, Circus, Nemo, con gente muy joven, vinculadas al cómic y la imagen incluso. Lo que Concha hizo es entrevistar a los propietarios,  que han contado las vicisitudes y anécdotas, con los cambios experimentados, las conexiones entre ellas y la Asociación de Libreros,  lo que puede definir la evolución, con las que todavía existen, que son muchas, afortunadamente, con las expectativas. Lo que me agradó mucho, cuando presentamos la obra en Albacete es comprobar la buena relación entre los libreros,  lógicamente son competencia, pero me pareció que había buen ambiente y buen ánimo», concretó Alfonso G. Calero. Para el editor, «las librerías de Albacete son muchas, muy activas, diversificadas y no solo centradas en la pura venta de libros, también volcadas en las actividades culturales y en ese sentido, es una buena imagen de cómo es la vida cultural, al margen de lo institucional, porque colaboran mucho en la dinamización cultural de Albacete y Almansa».

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