El coronavirus es una infección que facilita los fenómenos trombóticos, es decir, que las personas que sufren el Covid-19 en sus formas más graves pueden desarrollar trombos a lo largo y ancho de su organismo, y estos trombos afectan a las venas de las piernas, a la arterias pulmonares (causando trombosis pulmonares), al corazón (provocando infartos de miocardio) y también al cerebro (propiciando los infartos cerebrales).
Profesionales del Servicio de Neurología del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete han contribuido de manera muy importante al conocimiento del ictus en pacientes con coronavirus con una publicación que precisamente ha salido a la luz esta semana en la revista Brain, la más importante del ámbito de la Neurología. En este artículo de 15 páginas de extensión los neurólogos , con Tomás Segura como jefe del Servicio a la cabeza, describen cuál es la morfología y fisiopatología del infarto y la hemorragia cerebral en los pacientes con Covid; para lo cual se han nutrido de muestras de trombos y de tejido cerebral de personas afectadas.
El doctor Segura explicó que «este trabajo muestra a la comunidad científica que en los pacientes con Covid-19 grave se producen unos fenómenos de microtrombosis y de ruptura de pequeños vasos dentro de su cerebro por el fenómeno de marasmo inflamatorio y presión endotelial de los vasos de dentro del cerebro». Pero además, «en esta época de pandemia los pacientes no sólo por tener coronavirus pueden desarrollar fenómenos trombóticos dentro de su cerebro y otros órganos, sino que también este virus como infección general o por los fenómenos de deshidratación de la fiebre y de inflamación general que provoca pueden llevar a que aparezcan arritmias cardíacas que embolicen, de forma que pueden provocar ictus por el mecanismo habitual que es la embolia desde el corazón o la embolia con placas de ateroma». Además sufrir un ictus estando infectado de Covid empeora el pronóstico y la mejoría.
casos a estudio. El artículo publicado en la revista Brain comprende el estudio de una muestra de 1.700 pacientes que acudieron al CHUA por síntomas compatibles con coronavirus y fueron diagnosticados de este virus, y de ellos fueron seleccionados 21, que son los que además habían sufrido un ictus durante el período más duro de la primera oleada (entre los meses de marzo y abril).
Si bien lo normal es que anualmente los servicios de Urgencias del Hospital General Universitario de Albacete atiendan una media, que permanece estable en los últimos años, de 1.000 casos de ictus, de los que entre 500 y 600 precisan ingreso en la Unidad de hospitalización de Ictus, este año hasta finales de septiembre, es decir, en los nueve primeros meses del año, son ya 410 los pacientes que han ingresado en la Unidad de Ictus del Servicio de Neurología, de los que 214 llegaron procedentes de la activación del Código Ictus.
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