La escritora y docente  Irene Gómez Camarasa presentó su primera novela, El último aliento. La autora comentó a La Tribuna de Albacete cómo se gestó esta primera incursión en el género de la novela negra.

¿Cómo surgió este proyecto literario?

Este proyecto surgió hace cuatro años hablando con un escritor amigo, en Phoenix, Arizona, Antonio Herrería,  que estaba escribiendo una novela. Me habló de su proyecto y, como mi mente hace muchas conexiones, me acordé de nuestros pueblos, que se están quedando vacíos de gente joven y, por ahí me puse a pensar y le comenté unos días después la idea que estaba barajando, incluso le hablé del principio y el final. Fue surgiendo sobre la marcha y me puse a ello.

¿Salió sobre la marcha?

Cada vez que nos juntábamos, durante estos últimos cuatro años, me animaba, hasta que llegó el mes de mayo y me comentó que tenía prácticamente su novela terminada. Bueno, me dijo que si yo no me animaba en serio, se pondría él a darle forma a la historia y eso fue lo que me terminó de decidir. Ha ido siguiendo todo el proceso y le gustó mucho.  

¿Ambienta la obra en un pueblo determinado?

Realmente, no es un pueblo determinado, pero hay demasiados en España. En cualquier parte, en cualquier comunidad, siempre hay alguna sierra en la que encuentras pueblos que ya no tienen gente, están vacíos  y eso es una lástima. Me da mucha pena que no se aprovechen estos terrenos. 

¿Construyó un thriller, una novela negra?

Soy una apasionada del género policiaco y el misterio, de Agatha Christie, entonces me gusta intentar descubrir quién es el asesino antes del final y he procurado acercarme a ese estilo.

¿Cómo es la historia?

Los grandes protagonistas de El último aliento son dos investigadores, la alcaldesa de un pueblo, doña María, que lleva la idea de intentar llevar gente al pueblo, incluso regala terreno y una casa a quien se quiera instalar. Es una de las principales protagonistas, con un policía jubilado, don José, que regresa. 

Se produce una desaparición en una excursión a este pueblo, al que llegan cinco familias, con un extraño personaje que viaja en autobús con ellos. Un chico que, cuando llega la hora de volver a la ciudad, no lo encuentran. Hay que descubrir qué ha pasado con este personaje.  

¿Más fácil de lo que pensó en un principio?

La historia salió muy fácil, me puse a escribir y no podía parar, me enganchó la trama desde el primer momento, los personajes. Aproximadamente, en un mes estaba el libro escrito, aunque luego he añadido y corregido cosas.  

¿Por qué ese título?

Como digo en la primera página, es el último aliento del pueblo. Tiene mucha gente  mayor y está desapareciendo.

¿Dónde podemos encontrar la novela?

En cualquier librería de Albacete y también en Amazon.

¿Hay planes ya para una nueva obra?

Yo viajo muchísimo, siempre estoy haciendo cosas. Cuando empecé a escribir, todo el mundo pensó que era sobre viajes y realmente se sorprendieron. Eso me dio la idea para el segundo libro, que será sobre los viajes que he realizado. Con la información que tengo haré un libro, que será distinto, pero será novela, ambientada en 10 países. Incluso puede que haya, al menos,  una continuación de El último aliento.