Descubrimiento espacial con sello albacetense

M.D.M. / Redacción
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El astrofísico albacetense José Cernicharo y su equipo hallaron una peculiar molécula en el espacio tras tres décadas de búsqueda y puede tener relación incluso con el origen de la vida

Imagen del Observatorio Astronómico de Yebes (Guadalajara) en el que se llevaron a cabo las observaciones para el trabajo. - Foto: Javier Pozo

Interesante hallazgo en astrofísica de la mano de un equipo de investigación liderado por el albacetense José Cernicharo.

Él y su equipo han logrado el hallazgo de una peculiar molécula espacial y lo han hecho tras tres décadas de búsqueda.

Los hidrocarburos policíclicos aromáticos (PAHs, por sus siglas en inglés) son compuestos de la química orgánica formados por anillos de carbono, con muy mala fama en la Tierra porque, en su mayor parte, son fruto de la combustión del petróleo y el carbón y resultan tóxicos para el ser humano. Sin embargo, su posible presencia en el espacio interestelar es un eslabón más de la astroquímica con posibles relaciones incluso con el origen de la vida. Aunque su existencia ha sido postulada por la ciencia desde hace muchos años, la identificación inequívoca en observaciones radioastronómicas de un compuesto concreto de este tipo ha resultado, hasta ahora, imposible. Y el hallazgo ha sido posible por el equipo liderado por Cernicharo, como lo indicó el también albacetense Juan Ramón Pardo, uno de los investigadores de este equipo de trabajo.

Los telescopios infrarrojos embarcados en satélites para observar fuera de la atmósfera terrestre han mostrado a los astrónomos la existencia de unas señales que, hasta ahora, no se sabía con certeza qué podían ser. Se barajaba la hipótesis (desde hace más de 40 años) de que se tratase, precisamente, de radiación emitida por hidrocarburos policíclicos aromáticos, pero faltaba la confirmación definitiva. Ahora, por primera vez, Cernicharo y su equipo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Está formado por Marcelino Agúndez, Carlos Cabezas, Nuria Marcelino y Juan Ramón Pardo, junto a Belén Tercero y Pablo de Vicente del Observatorio Astronómico Nacional, han detectado e identificado la presencia inequívoca de una de estas moléculas, el Indeno (c-C9H8), en un lugar inesperado.  Se trata de la nube interestelar oscura y fría TMC-1 en la constelación de Tauro. 

 

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